La película de Almodóvar es el ejemplo perfecto de lo que sucede cuando se sobre valora a un artista y este deja de crear para creerse lo que dicen de él. Madres Paralelas es un compendio de los recursos de las telenovelas, pero sin la gracia naif y con pretensiones ultra arrogantes. El canon del hijo perdido, con esto en televisión se van a 300 capítulos, y Almodóvar se pierde en 120 minutos.
Dos mujeres dan a luz el mismo día en el mismo hospital y les cambian a las niñas, una se va con una joven rica, inmadura y de hogar desintegrado. La otra mujer es interpretada por Penélope Cruz, es una fotógrafa talentosa que se cura el trauma del nido vacío con este bebé, que a su edad le cayó de accidente, porque el padre es casado. El asunto es que la niña de la rica se muere y la niña de la fotógrafa no se parece al padre y este obviamente duda. Con esta duda viene lo más importante para Almodóvar: Las pruebas de ADN para saber la paternidad de las niñas. Esto crea la otra línea paralela, que es La Memoria Histórica, los desaparecidos del franquismo y las pruebas de ADN para saber de quiénes son las osamentas.
El personaje de la madre rica “joven” se comporta y construyen su circunstancia como si fuera casi una adolescente, la actuación de Milena Smith, es inverosímil y floja. Su embarazo fue producto de una violación en grupo, y lo platica como si hablara del clima, sin un flash back, sin recursos narrativos para ver o entender algo sin ser obvios.
Los temas sociales: las violaciones, las madres solteras, el problema de trabajar y criar un hijo, la Memoria Histórica, las víctimas, es un compendio de buenas intenciones, Almodóvar deja de hablar de pasiones humanas para hablar de temas que caigan bien en los festivales de cine, que son puritanos, de corrección política, aplauden estas películas y le niegan la entrada a Polanski.
La mayoría de los eventos se platican, no vemos nada, es un gran error, con Almodóvar citando sus “almodovarismos”, mete personajes transgénero, aunque no vengan al caso, o enreda la trama para crear un suspenso artificial que provoca que la película sea previsible y muy aburrida.
El personaje de Penélope le hace pruebas de ADN a cuanto ser humano lo permite, se la pasa con el hisopo de algodón en la mano tomando muestras de saliva, es ridículo. En una decisión completamente innecesaria, aparece Aitana Sánchez-Gijón de madre de la joven rica, se supone que es una actriz de éxito, es un personaje que se puede cortar de la historia y no afecta a la trama.
El tema la Memoria Histórica está abordado con panfletarismo y superficialidad. Unir las pruebas de ADN de los bebés con las de los familiares de las víctimas del franquismo banaliza la tragedia. Es increíble que la hayan premiado y nominado para los Óscares, el tema político fue un chantaje para que la vieran de una forma respetable. Es Almodóvar sintiéndose más de lo que es.
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