El empresario mexicano libanés Neguib Simón contra viento y marea llevó a la realidad parte del proyecto de la Ciudad de los Deportes, que incluía plaza de toros, cancha de […]
El empresario mexicano libanés Neguib Simón contra viento y marea llevó a la realidad parte del proyecto de la Ciudad de los Deportes, que incluía plaza de toros, cancha de tenis, frontón, boliche, cine, restaurantes, arena de box y lucha, entre otras amenidades.
El ingeniero Modesto Rolland fue el constructor de la plaza, la construcción se inicio el 1 de diciembre de 1944 en dónde se ubicaba una ladrillera en la colonia Nochebuena.
En aquellos años falleció el hermano incómodo de Manuel Ávila Camacho, Maximino (recreado en la película de Arráncame la Vida) y en principio el nombre de la plaza era en su honor al ser uno de los principales inversionistas. Don Manuel con tino sugirió cambiar el nombre.
La México es la más grande y cómoda del mundo, es capaz de albergar a más de 42 mil aficionados como se pudiera verificar el 17 de febrero próximo en la actuación de Pablo Hermoso.
Terminada la primera temporada de novilladas, Moisés Cosío compró el inmueble y hoy en día su hijo Antonio es quién renta a la empresa que encabeza Rafael Herrerías Olea asociado con Miguel Alemán Magnani y gestionan el inmueble desde hace más de 20 años en los que han venido los toreros más importantes de cada época de México y de todos los países taurinos.
La primera corrida se celebró el 5 de febrero de 1946 con Luis Castro El Soldado, Manuel Rodríguez Manolete y Luis Procuna con toros de San Mateo de Antonio Llaguno y celebró su aniversario 67 con el arte de Morante, la maestría de Zotoluco y el carácter de El Payo en grata noche taurina.
El contenido presentado en este artículo es responsabilidad exclusiva del autor y no necesariamente representa la opinión del grupo editorial de Voces México.
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En el último día de 2021 se conoció la grata noticia de que el Aniversario 75 de La Plaza México –que estuvo pendiente por la pandemia– se celebrará en el año 76, y que está por cumplirse el próximo 5 de febrero de 2022 con un gran cartel; toros de San Miguel de Mimiahuapám y Begoña, mientras que “El Juli” como padrino de alternativa de Miguel Aguilar y su testigo “El Payo”
Se irán intercalando corridas y novilladas a partir del sábado 29 de enero de 2022 y he aquí los carteles:
∼Sábado 29 de enero. 18:00 horas. Toros de Xajay para Antonio Ferrera, Juan Pablo Sánchez y Juan Pedro Llaguno, quien tomará la alternativa.
∼Domingo 30 de enero. 16:30 horas. Novillada mixta. Seis novillos de San Constantino para los rejoneadores José Funtanet y Javier Funtanet, Cristian Antar y José María Mendoza.
∼Viernes 4 de febrero. 20:00 horas. Novillos de Núñez del Olmo para Alejandro Adame, Julián Garibay y Arturo Gilio.
∼Sábado 5 de febrero. 18:00 horas. Toros de San Miguel de Mimiahuapám y Begoña para “El Juli”, “El Payo” y Miguel Aguilar, quien tomará la alternativa.
∼Domingo 6 de febrero. 16:30 horas. Toros de La Estancia para Joselito Adame, Andrés Roca Rey y Héctor Gutiérrez, quien confirmará la alternativa.
∼Lunes 7 de febrero. 14:00 horas. “Experiencia Taurina”.
∼Sábado 12 de febrero. 18:00 horas. Toros de Rancho Seco para Juan Fernando, Juan Luis Silis, Gerardo Adame, Diego Sánchez, Gerardo Rivera y José María Hermosillo.
∼Domingo 13 de febrero. 16:30 horas. Novillos de Villar del Águila para Jussef, Eduardo Neyra y José Alberto Ortega.
∼Domingo 20 de febrero. 16:30 horas. Toros de Barralva para Arturo Macías, Fermín Rivera y José Mauricio.
Un febrero muy taurino será el que viviremos en la Ciudad de México y esperamos que su transcurrir –como ocurrió con el tramo anterior de 2021– sea muy exitoso.
El año cerró a tambor batiente en Cali, donde –en la feria de Cañaveralejo– los toros de Victorino Martín tuvieron una presentación triunfal que propició grandes faenas de Luis Bolívar y Emilio de Justo, quienes en los cuatro primeros astados –tres con el homenaje de vuelta al ruedo– se despacharon con la cuchara grande ante la codicia y la nobleza de los ejemplares españoles, y en México al verlo, rememoramos a Piedras Negras cuando consiguió un triunfo paralelo el 1º de enero de 1972 con siete toros.
Foto: Mundo Toro.
Dos fueron indultados; el primero y el sexto por Pepe Cáceres y Eloy Cavazos, respectivamente, los nombres “Postinero” y “Pluma Blanca”, Palomo Linares regaló el séptimo. El inolvidable ganadero Raúl González y los toreros, como pasó el 31 de enero de 2021, con Victorino y los actuantes, salieron en hombros.
Cabe consignar que el indulto de los toros españoles por razones sanitarias no era posible y por ello ese homenaje no fue concedido, sin embargo, sí hubo nutrida petición en dos de los ejemplares lidiados.
Y cerramos con la triste noticia del paseíllo a la Gloria de Pepe Murillo Alvírez, propietario de la ganadería guanajuatense de San Felipe Torresmochas.
Don José fue un brillante profesional en su carrera financiera y como ganadero obtuvo sonados triunfos, uno de ellos cuando lidió su primera corrida en La México, el 2 de mayo de 1982, con seis toros para Curro Vázquez, Curro Leal y David Liceaga hijo; tarde de gran éxito, pues obtuvo el reconocimiento del “Mejor Encierro” y “Mejor Toro” de la temporada. Curro de este último; “Cariñoso” fue premiado con dos trofeos por su faena.
Pepe también fue torero y fundó la Peña de Aficionados Prácticos de la Ciudad de México. Se fue una persona entrañable, a la que mucho hemos de extrañar y abrazamos con gran cariño, a su familia y pléyade de amigos.
El contenido presentado en este artículo es responsabilidad exclusiva del autor y no necesariamente representa la opinión del grupo editorial de Voces México.
El domingo 12 de diciembre, como parte de la serie de festejos denominados “La Reapertura”, en la Plaza México se llevó a cabo la “Corrida Guadalupana”, que paulatinamente y desde 1987 ha recuperado su sitio importante en el calendario taurino. Comento que sucedió una paradoja, que también podríamos llamar disparate (son sinónimos también contrasentido, despropósito e incongruencia). Lo digo porque en la semana anterior un grupo de diputados de la Ciudad de México, pertenecientes a la Comisión de Bienestar Animal, realizó un proyecto de ley que intentaba pasar al pleno para su aprobación, en ella proponían la cancelación de las corridas de toros en la ciudad, la iniciativa no progresó, no sabemos si porque en la Comisión no se contó con los votos necesarios para promoverla o porque se dieron cuenta de que no iba a progresar. El diputado Sesma (del Partido Verde), presidente de la Comisión, para salvar la cara dijo que la posponía hasta explorar la opinión de los involucrados; digo que es una paradoja porque al domingo siguiente asistieron a la plaza más de 30,000 aficionados.
El cartel que se presentaba era realmente de tronío, José Antonio Ferrera, José Antonio Morante de la Puebla, DiegoSilveti y la alternativa de Diego San Román, los dos primeros triunfadores de la recién terminada temporada española, que aunque no plenamente, sí se reinició con fuerza. Silveti, torero mexicano, valiente, poderoso, representante de una saga familiar que alcanza ya la cuarta generación, es bisnieto, nieto e hijo y sobrino de toreros, y San Román que hizo una gran campaña de novillero que le mereció la distinción de recibir la alternativa en la Plaza México y formando parte de un cartel tan destacado; los toros fueron de Fernando de la Mora y Bernaldo de Quirós. De la Mora ha agregado a sus toros de santa Coloma, con lo que ha conseguido mejorar su presencia, que había sido mucho tempo criticada, y la de Bernaldo de Quirós, de pura ascendencia de Saltillo vía san Mateo, todos muy bien presentados, el primero, el cuarto, el octavo y, especialmente, el quinto, buenos que permitieron el lucimiento de los toreros.
Antonio Ferrera (Foto: El Economista).
La Plaza México con un gran ambiente y una gran asistencia, seguramente más de 30,000 aficionados, el numerado lleno y media entrada en generales. La ceremonia previa fue muy conmovedora, con aspectos religiosos, se escuchó el Ave María, y aspectos laicos, se escuchó también el Himno Nacional, todo ante un gran respeto y emoción por parte del público.
Ferrera con su primero (el segundo del festejo) no tuvo oportunidad, pero en su segundo saltó como reserva que sustituía a uno que fue devuelto por estar tocado de la vista, y triunfó en toda regla; lo recibió con un sofisticado afarolado que propició que saltara al callejón. Por cierto, Cristina Sánchez, ahora apoderada de Ferrera, mostró su oficio y torería al saltar la barrera con elegancia; posteriormente realizó una verónicas barrocas, con las manos altas pero finalmente muy toreras, después súbitamente el matador se subió al caballo para picarlo, quería que acudiera de largo, lo que costó trabajo pero gracias a la ayuda de Morante, se consiguió. La puya cayó trasera, pero Ferrera soportó el encuentro, luego de un quite sofisticado, tomó las banderillas, el tercero lo inició de rodillas, y al terminar le hizo dos recortes imitando a los recortadores, ahora tan en boja en España; y dio una vuelta al ruedo motu proprio.
Antonio Ferrera en la Plaza México (Foto: Reforma).
Morante de la Puebla (Foto: ABC).
Y empezó la faena de muleta valiente, un poco trompicada pero no carente de arte y poder, finalmente y a pesar de que se iniciaba una petición de indulto (quizá hubiera sido correcto porque el toro acudió al caballo con prontitud y fuerza), embistió interminablemente siempre con nobleza, fijeza y la cabeza baja; inició su característico cite para matar recibiendo, que más bien es de largo o muy largo y consiguió terminar con una estocada bien colocada, creo que no quiso que lo indultaran para obtener un rabo. La petición de trofeos surgió de inmediato y de manera no mayoritaria sino tumultuaria. El juez le otorgó dos orejas, la mayoría quería que le dieran el rabo, afortunadamente Braun no cedió; desde luego Ferrera consiguió una faena festiva, con algunos toques muy toreros, pero demasiado chispeante y poco seria.
Resumo mi impresión con un comentario de mi nieto al que acompaño a la Plaza México desde hace varios años; me dijo, “abuelo, ¿y a qué hora salen los payasos?”. Una faena que Ferrera no estoy seguro si hubiera intentado realizar en la Maestranza de Sevilla o en la Monumental de Madrid. Diego Silveti en su primero estuvo muy torero, valiente, poderoso, artista; la espada, aunque bien colocada, tardó en hacer efecto, por lo que solamente alcanzó una oreja. San Román, en el primero de su lote estuvo bien sobrio, ajustado creando una buena faena, que una estocada defectuosa impidió que fuera premiada, en su segundo salió por todas y lo consiguió; le propinó una lidia poderosa, valiente, atrevida, con la que obtuvo una faena completa, y así una oreja. Morante no tuvo enemigos a modo, pero nos regalo cuatro o cinco lances que sólo él sabe hacer.
Diego Silveti (Foto: Arte Taurino).
Sin duda una gran corrida que ofreció espectáculo para todos los aficionados. Esperamos que pronto la Plaza México reinicie las corridas de forma más estable y continuada. Quienes nos quedamos con ganas de ver a Morante, tendremos que ir a Juriquilla, San Luis Potosí o Tlaxcala, donde se le anuncia en la primera quincena de enero. Que Dios reparta suerte.
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En el ruedo, con el quinto de la tarde “Ayate” de Bernaldo de Quirós ‒sustituto del titular‒, se ha volcado la imaginación de Antonio Ferrera y desde que logró convencer de cambiar al astado titular al juez de plaza, su actuación con “Ayate” se tornó en un mar de pasión, misma que lo llevó a realizar lo inédito ‒salvo un recuerdo de El Calesero en los cincuenta del siglo pasado (por otro motivo)‒ de picar al astado que le correspondió y que recibió al final por su cadenciosa embestida, el homenaje de la vuelta al ruedo.
Su nueva apoderada, la matadora Cristina Sánchez, tras bambalinas, fue artífice con él en el cambio de burel ‒por aparente defecto en la visión‒ que permitió al torero su catarsis en el capote, de varilarguero, con las banderillas ‒que fueron brindadas por Antonio, inusualmente (enviándole la montera a sus manos) a quien fue un gran ídolo de los ruedos, el valenciano Vicente Ruiz El Soro– y la muleta; en donde hubo una gran variedad de pases, cerrando con la suerte suprema ejecutada en su peculiar estilo ‒de caminar varios metros espada en ristre y logrando una efectiva estocada‒ conjuntando, una volcánica actuación, propiciando la petición de rabo popular, unánime y que inexplicablemente, el juez solamente premió con dos trofeos, sin tomar en cuenta el impacto en el público ‒de la faena atípica‒ que llenó el numerado, haciendo gran entrada en las localidades generales.
Antonio Ferrera en Plaza México (Foto: El Siglo de Durango).
En el serial de festejos para reabrir La México, un aspecto a resaltar es la asistencia que en todos fue muy importante.
Morante de la Puebla puso voluntad para conseguir algunos bellos detalles con astados con nula acometividad.
Diego Silveti, en su primero de Fernando de la Mora, tuvo emotivos y bellos pasajes de capote y muleta que le valieron para obtener un trofeo, así como su tocayo San Román, con gran actitud y detalles de buen gusto en su tarde de alternativa se dio un arrimón.
Emulando tal vez el estilo del papá de su tocayo, o el de Jorge Gutiérrez en los noventa, pasándose a milímetros de la faja a los astados y aunque en su primero de alternativa: “Cumplido” de Bernaldo de Quirós falló en la suerte suprema, no fue así en el octavo y de esa manera pudo conseguir un trofeo, demostrando que está listo para iniciar su carrera de matador de toros en forma brillante.
Morante de la Puebla en Plaza México (Foto: Cultoro.es).
Foto: El Universal.
Por cierto, Diego San Román es el matador número 35 que se unge en esa categoría en La México; el primero lo fue el 23 de noviembre de 1947, Pepe Luis Vázquez, de San Luis Potosí de manos de El Espartero, con un toro de Lorenzo Garza de nombre “Piel Roja”.
Por mucho “Ayate” fue el toro de la tarde, los de Fernando de la Mora y Bernaldo de Quirós restantes, excelsos en nobleza (por ratos sosería), muy bajos en emotividad, tal y como los criadores de toros de lidia ‒en su gran mayoría‒ ahora privilegian y que sería tema de un análisis a fondo, esto es, el ganar en estética y perder en emotividad, sin embargo, eso quedará para más delante.
Continuando, desafortunadamente en el cuarto de la tarde ‒el de Diego Silveti‒ en banderillas resultó cornado en el muslo, y el subalterno Juan Ramón Saldaña también sufrió una fractura en su dedo meñique. Le deseamos su pronta recuperación.
Diego Silveti (Foto: Reforma).
Pequeñas briznas de un día especial en mi existir, pues traigo el recuerdo vivo de mi querido padre, José Luis Carazo Vega –conocido como cronista Arenero‒, pues el pasado 9 de diciembre hubiera sido su centenario de nacimiento, en la Gloria seguramente lo celebró, recordando una y mil historias al conjuro de la fiesta de toros que practicó como novillero y que amó con gran intensidad, así como a su Guadalupana.
En La México rememoré que, desde niño, fuimos mis hermanos y mi hermana –conforme iban naciendo, en mi caso soy el mayor‒ con él, quien se iba al callejón mientras nosotros buscábamos dónde ubicarnos y de eso ya pasa más de un cincuentenario, dos de ellos ya con él en la Gloria, y que seguramente celebraron la fecha.
Corrida Guadalupana en la Monumental Plaza México (Foto: COPE).
Con esos recuerdos cierro estas breves líneas, de una tarde que empezó con una ceremonia emotiva, en donde el público a coro con la banda de guerra interpretó el himno nacional y poco antes devotamente se escuchó el Ave María, brindando un minuto de aplausos a la memoria del gran varilarguero, como lo fuera Benigno González Carmona y también Vicente Fernández, quien el 15 de septiembre de 1984 convocó a una gran audiencia en La México y fuera amigo entrañable de Manolo Martínez; hoy los tres en la Gloria y en el recuerdo de quienes en este mundo pandémico amamos y deseamos la continuidad de la tauromaquia.
Pronto la empresa de La México anunciará cuándo continúan los festejos el próximo 2022. Seguramente en el rumbo esperanzador de los del 2021 estaremos atentos a lo que esperamos sean realidad, a finales de enero o principios de febrero, en el aniversario 76 de la inauguración de la Monumental de Insurgentes; sitio entrañable de la tauromaquia universal y que tuvo una reapertura exitosa. Que así siga es nuestro deseo.
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