Aunque nos faltan varios millones de personas vacunadas para entrar en lo que se conoce como la “inmunidad de rebaño”, el regreso a clases comienza a ser una posibilidad en diferentes estados de la República y con ello, volver a la oficina es una realidad cada vez más cercana; por ello, la comunicación interna y externa se vuelve un tema fundamental en todas las empresas, donde la efectividad y la creatividad en los mensajes serán componentes indispensables para el éxito de la nueva modalidad de trabajo.
Cuenta una anécdota que hace un par de años, el director y el jefe de limpieza de un colegio particular estaban preocupados ante la negativa de sus alumnas por dejar de pintarse los labios y dejarlos plasmados en el espejo del baño. Cada día era mayor el tiempo que se invertía en la limpieza del espejo, lo que descuidaba las demás responsabilidades de los encargados, por lo cual decidieron realizar una reunión con las alumnas, invitándolas a desistir de dicha práctica. Al día siguiente, para su sorpresa, de nueva cuenta encontraron las marcas; esta vez más rojas que de costumbre.
Los encargados, cada vez más molestos decidieron un plan más efectivo: ahora la junta con las alumnas no sería en el auditorio, sino en los baños, justo a la hora de limpiar los espejos. El conserje les explicó detalladamente el por qué debían dejar de una vez esa práctica y se limitó a demostrar la rutina de limpieza: mojó el trapo varias veces dentro del inodoro, lo exprimió perfectamente y limpió así, cada marca pintada en el espejo. Cuando el trapo se llenaba de color, regresaba al inodoro y repetía la acción.
Al día siguiente, los espejos aparecieron sin una sola marca de lápiz labial. ¿Efectividad o Creatividad?
Se calcula que antes de la pandemia, el 34% de la población económicamente activa trabajaba de manera remota en tiempo completo y sólo el 10% algunos días de la semana. Hoy, el 68% de los mexicanos tienen esquemas de home office. Es decir, más de la mitad de los mexicanos dejaron de ir a la oficina, para “despachar” algunos días desde casa; lo que no sólo les ayudó a resguardarse, también de cierta manera, se refugiaron de todo peligro y sí: dejaron de platicar con sus colegas.
Al respecto, la agencia WaltersPeople publicó un estudio en donde el 72% de los encuestados afirmaron que no eran tan productivos por las distracciones y el ruido existentes en la oficina y, de hecho, al agencia Capegmini calculó que en promedio, los trabajadores aumentaron su productividad mínimo en 20% al estar en casa.
Esto al principio de la pandemia fue un indicador positivo. La productividad se elevó y la comunicación, en muchos casos, dejó de fluir de cierta manera, por causas naturales. Por ello, los expertos en recursos humanos trabajan ya en una estrategia ad hoc a sus empresas, en donde la comunicación fluya de nuevo.
Y es que sólo en México, el 72% de los mexicanos que diariamente realiza su teletrabajo está dispuesto a no regresar a la oficina. Prefiere quedarse y evitar el tráfico y, sobre todo, la posibilidad de contagiarse o contagiar a su familia. Por ello, las acciones de comunicación deben ser certeras a la hora de comunicar el regreso a la oficina.
Aquí algunas ideas:
- Crear estrategias de trabajo en modo híbrido. Puedes empezar con uno o dos días en la oficina y el resto en casa.
- Crear nuevas políticas de comunicación, que incluyan la posibilidad de asistir a reuniones vía remota, o presencial.
- Organizar agendas de acuerdo a la disponibilidad de las salas, siempre tomando en cuenta la seguridad y los protocolos sanitarios.
- Comprender y empatizar con los trabajadores reacios al regreso. Conoce cada caso particular y definan por medio de acuerdos su participación en las actividades de integración.
- Definir un programa de comunicación inicial, con actividades de reintegración y en medida de sus posibilidades, de incentivos para los asistentes.
Finalmente, el regreso a la oficina debe planearse con una estrategia efectiva y convincente, en donde no quepa la menor duda en qué es lo mejor que podemos hacer.
Como ha sido todo en esta pandemia, tenemos que entender que poco a poco volveremos a una normalidad que no se parecerá a lo que era. Habrá incertidumbre, pero también esperanza y eso es lo más importante para comunicar: la idea de que pronto volveremos a abrazarnos.
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