Detener la “aventura” rusa en Ucrania con votos
Manfredo Martínez

Sociedades del Siglo XXI

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Los impulsos unilaterales, sin el respaldo internacional, no hacen más que denotar que la humanidad actual le apuesta más al diálogo pacífico antes que a la fuerza brutal.

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Con 143 votos a favor –entre ellos el de México–, 35 abstenciones –incluida Honduras–, y 5 votos en contra, uno de ellos el nicaragüense, la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) aprobó este 12 de octubre una resolución para condenar los “referendos ilegales” realizados en cuatro regiones ucranias como iniciativa rusa para anexionarse dichos territorios. “México votó a favor de dicho proyecto de resolución en base con base en nuestro inquebrantable respaldo y apego al derecho internacional; en particular a la prohibición de la expansión territorial mediante el uso de la fuerza o de otras acciones que contravengan la Carta de las Naciones Unidas” esgrimió el embajador mexicano ante la ONU, Juan Ramón de la Fuente, en su alocución durante esta sesión especial.

A mi parecer, éste acto de “democracia global” proyecta dos cosas importantes: por una parte, que los estados-naciones son soberanos en la toma de decisiones y que éstas están supeditadas al mayor o menor grado de dignidad que cada país tenga (sino veamos tres ejemplos que considero causan “ruido” en la revigorización del debate global en estos tópicos: en primer lugar la abstención china a pesar de la retórica constante de una “amistad sin límites” con su contraparte rusa; también observemos el apoyo mexicano a esta resolución, a pesar de que desde el ejecutivo azteca –en la era de Andrés Manuel López Obrador (AMLO)– se ha mantenido una tendencia a la neutralidad en la disputa de asuntos internacionales entre terceros países; además es importante señalar el apoyo de Turquía al proyecto de resolución, a pesar de ser el país que más ha “bregado” en “aguas turbias” para contribuir a poner coto al conflicto bélico a partir de una gestión continua en el acercamiento entre las dos partes.

Por otra parte, pienso que los impulsos unilaterales sin el respaldo internacional –como el ruso en su “aventura” ucraniana– no hacen más que denotar que la humanidad actual le apuesta más al diálogo pacífico antes que a la fuerza brutal ejercida en la mayoría de los casos contra poblaciones civiles que no tienen nada que ver en estos asuntos de geopolítica global. A este respecto, según datos de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas de Naciones Unidas para los Derechos Humanos (OACNUDH) desde que inicio el conflicto hasta el 19 de septiembre hubo 5,916 víctimas y lo más terrible, más de 370 niños.

En definitiva, creo que el principal problema radica en las “tentaciones” de expansiones geopolíticas, alimentadas por ideologías contrapuestas que no hacen más que segmentar la búsqueda unificada a una comprensión integral de nuestras realidades sociopolíticas contemporáneas y con ello anular todo deseo de recolonización. Pero hay dos preguntas que necesitan una profunda reflexión sobre este asunto y que me gustaría patentizar aquí: ¿Cuál podría ser la fórmula para que se pase de esta retórica democrática del sufragio en la ONU al reconocimiento por parte de Rusia de estos resultados y en consecuencia la autodeterminación de estas cuatro regiones ubicadas en el mapa ucranio actual?; ¿Será que se debe instalar otros diálogos globales –y nada mejor que la ONU– basados en la sinceridad para canalizar las preocupaciones individuales de los países y desde allí en base a la evidencia científica dar respuesta a las mismas?

Postdata: Como precedente a esta resolución aprobada este 12 de octubre, es de hacer notar que el “antidemocrático” poder de veto fue utilizado por Rusia el reciente 30 de septiembre para neutralizar un proyecto de resolución similar presentado por Ucrania en el cónclave del Consejo de Seguridad de la ONU en donde se buscaba desconocer los referéndums sobre la anexión a Rusia de los territorios ucranios de Lugansk, Donetsk, Jersón y Zaporiyia, realizados entre el 23 al 27 de septiembre.

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