Han sido numerosos, los escritores ingleses que se han inspirado en México para crear algunas de sus obras más importantes o encontraron en el país azteca un refugio. El autor inglés: Malcom Lowry escribió su obra magna: Under the Volcano (Bajo el Volcán, 1947), inspirándose en el tiempo que pasó en el país entre noviembre de 1936 y principios de 1938. El escritor llegó a México con su mujer: Jan Gabrial, después de haber estado ingresado en una clínica para curar su alcoholismo en Nueva York; para salvar sus relación decidieron vivir en México, primero en Cuernavaca y después en Oaxaca, pero no lo consiguieron y Lowry recayó en su adicción y en una profunda depresión, siendo deportado del país e instalándose en Canadá.
Otros dos grandes autores de Gran Bretaña, que estuvieron en México fueron: Adolfus Huxley y Graham Greene; el primero realizó un viaje por México en 1933 y quedó impresionado por la ciudad de Oaxaca; escribió el libro de relatos de viajes: Mas allá del golfo de México (Beyond the Mexican Bay, 1936). Graham Green no tuvo una experiencia muy buena en México. Llegó al país y no le gustó nada: el clima, la gente, la Ciudad de México y fue muy crítico con las políticas que habían estado haciendo los gobiernos revolucionarios, sobre todo el trato con la iglesia católica y además estando en 1938, vivió la expropiación petrolera. De su experiencia publicó dos libros: Caminos sin ley (The Lawless Road, 1939), un relato sobre sus viajes en el país y una de sus obras más famosas: El poder y la gloria (The power and the Glory, 1940). También el escritor Evelyn Waugh fue muy crítico con la expropiación petrolera, pero por que fue contratado por un empresario petrolero para escribir críticas sobre ello, publicando el libro: Robo bajo el amparo de la ley (Robbery under the law, 1939).

Otro autor que estuvo en México y que escribió obras inspiradas en su estancia fue D.H. Lawrence (1885-1930). Sin duda, uno de los escritores y poetas más importantes de su generación y autor de obras tan importantes como: Hijos y amantes (Sons and lovers, 1911), El arco iris (The Rainbow, 1915), Mujeres enamoradas (Women in Love, 1920) o El amante de Lady Chatterley (Lady Chatterley’s Lover, 1928). Su carrera no estuvo nunca exenta de polémica, ya que trató temas que en la primera mitad de siglo XX eran tabús para la puritana sociedad inglesa; como: la sexualidad femenina o las relaciones sexuales y psicológicas entre hombres y mujeres, como también los problemas sociales ocasionados por la industrialización a gran escala. En muchas ocasiones su movida vida personal fue fuente de inspiración para sus obras, aunque se casó solo una vez; con la aristócrata alemana Frieda Weekley, sus continuos viajes fuera de Inglaterra escapando de las autoridades por casi todo el mundo quedaron reflejados en sus obras. Y es que no solo tuvo que hacer frente a las acusaciones de escribir literatura pornográfica, sino de ser un pacifista durante la Primera Guerra Mundial, ya que mantuvo una opinión contraria al conflicto y de espiar para los alemanes; debido al origen alemán de su mujer. Esto le llevo en 1919 a recorrer medio mundo: Italia, donde se inspiró para algunas de sus obras como: La chica perdida (The Lost Girl, 1920) o El mar y Cerdeña (Sea and Sardinia, 1921), posteriormente fueron a Ceilán (actual Sri Lanka) y Australia, en donde se inspiró para escribir; Kangaroo (1923), para llegar a Estados Unidos, radicándose en Nuevo México.
Desde su residencia en un rancho en el pueblo de Taos, la pareja comenzó a interesarse por la cultura mexicana, llegando a realizar tres visitas de varios meses por el país entre 1923 y 1925. Lawrence se sintió fascinado por la cultura azteca y vio en México la oportunidad de fundar una colonia de escritores, alejados del continuo progreso tecnológico que vivía occidente y del capitalismo, que según el escritor había convertido a la sociedad europea en fría e impersonal; pero prácticamente, ningún escritor quiso unirse a su misión. Lawrence recorrió el centro del país y toda la costa occidental de Sonora a Oaxaca, buscando un lugar para su idea. En el estado del sur, estuvo viviendo unos meses en su capital, donde terminó su novela: La Serpiente emplumada, pero poco después sufrió un ataque de tuberculosis y se volvió a Nuevo México. También publicó el libro: Mañanitas en México (Mornings in Mexico, 1927), donde habla de su viajes a México y otros lugares.

La serpiente emplumada trata sobre una viuda de origen irlandés, que a sus cuarenta años, realiza un viaje a México, en donde descubre un país de contrastes. En cierta manera es un reflejo del punto de vista de DH Lawrence y como muchos escritores ingleses, fueron muy críticos con el “nuevo México”, que estaba surgiendo después de la Revolución. La violencia que todavía, se podía ver entre diferentes grupos políticos; era algo que sorprendía a muchos escritores ingleses, como la Rebelión Delahuertista o la posterior Guerra Cristera (1926-1929). Pero también no veían con buenos ojos, a la nueva sociedad que iba surgiendo en el país
Esta visión crítica se puede percibir sobre todo cuando la protagonista asiste al principio del libro a una corrida de toros y no puede entender el gusto de los mexicanos por este espectáculo. De hecho tienen una actitud de soberbia y altivez hacia los mexicanos, menospreciando a todos sin hacer distinción de clase social por su vestimenta o actitud y por sus gustos. El libro refleja la visión del autor sobre México, ya que esperaba encontrarse una nación alejada del progreso tecnológico y de la frialdad que reinaba en Europa, para poder realizar su proyecto de crear un lugar que sirviese de refugio a muchos escritores que querían alejarse de Europa; pero se concentró un lugar en plena efervescencia, que trataba de consolidar los logros por los que se había luchado en la reciente revolución. Un país donde se miraba con orgullo al pasado indígena, pero también al futuro. Lawrence también fue muy crítico en la novela, con el Muralismo, el arte surgido en el nuevo México.
Pero tanto el escritor como la protagonista de su libro, en cierta manera sienten una cierta atracción por el país. Lawrence se sintió fascinado por la imagen de Quetzalcóatl y en la novela se muestra como resurge una religión que venera al antiguo dios azteca liderada por Ramón Carrasco –él se considera Quetzalcóatl, el cual Kate conoce gracias a su amistad con el General revolucionario Don Cipriano–considerado el nuevo Dios Huitzilopochtli en esta religión. Kate se acabará casando bajo este rito con Don Cipriano, que empieza a sustituir en el país a la religión católica.
Pirámide de Quetzalcóatl en Teotihuacán, que impresionó al escritor (Imagen: National Geographic). Edición de La Serpiente Emplumada, de 1980 por la Editorial Bruguera (Imagen: Iberlibro).
Sin duda La serpiente emplumada es un libro que puede no gustar a muchas personas, sobre todo su visión despectiva de México, que mucha gente ha considerado racista; un ejemplo es la ya mencionada corrida de toros. Pero también se muestra una gran admiración por el pasado del país. Lawrence se sintió impresionado por todos los vestigios prehispánicos y Teotihuacán le pareció un lugar increíble, sobre todo la pirámide de Quetzalcóatl. Así mismo, al personaje de Ramón Carrasco se puede considerar una referencia a José Vasconcelos; en la época que Lawrence visitó México, era el secretario de educación y estaba desarrollando su idea de la “raza cósmica”.