La confianza en sí misma, es el primer secreto del éxito.
Ralph W. Emerson.
Sobre una asesoría completa
A lo largo de muchos años he aprendido que el éxito en la inversión en Bolsa (dueño de empresas) requiere de cuatro ingredientes: 1) Conocimiento Básico; 2) Metodología de Inversión (fácil e integral, que incorpore el control de todas las etapas en las que el riesgo puede presentarse); 3) Disciplina; y 4) Paciencia. Los dos primeros, puede ofrecerlos una institución o asesor, pero los dos últimos dependen completamente de nosotros y están muy relacionados con el temperamento. Es “fácil” decir… “trabaja en tu temperamento”. Pero la pregunta es: ¿Cómo lo trabajo? Nuestra función como asesores queda inconclusa si pretendemos ayudar a invertir, proporcionando únicamente conceptos, metodologías y herramientas, sin atender también asesoría para un correcto comportamiento.
La confianza viene de adentro
La confianza es un el elemento más importante en el éxito de un individuo en cualquier actividad. El problema, como dije antes, es que nadie te enseña cómo tenerla. La confianza, como otras habilidades, se construye.
Hablando de inversiones, la mayoría de los participantes sienten confianza cuando: 1) Toman una decisión y comienza a funcionar de inmediato (suben los precios de las acciones); 2) Personas cercanas los felicitan por las decisiones que están tomando; y/o 3) Sienten superioridad frente a otras personas con inversiones distintas. Todo lo anterior es equivocado. Si un inversionista relaciona la construcción de la confianza con lo anterior, entonces está dependiendo de factores externos. La confianza se construye todos los días dentro y fuera del mercado de valores y no necesita “presumirse”, se percibe y se siente.
Ingredientes
Los cuatro ingredientes para la construcción de confianza son:
1.Congruencia: Si no actúas como piensas, vas a terminar pensando como actúas. Significa tomar decisiones congruentes con los objetivos que pretendemos, independientemente del resultado a corto plazo. Si sé que los mayores creadores de patrimonio son empresarios e inversionistas, entonces me tengo que convertir en uno. Si sé que soy dueño de empresas con extraordinarias perspectivas, no me preocupo cuando bajan de precio. Si sé que es peligroso no diversificar, entonces estoy tranquilo sabiendo que tengo un portafolio diversificado. Si sé que la tendencia de la Bolsa es alcista a mayor plazo, entonces no me preocupo por el corto plazo.
2. Integridad: Saber quién soy fuera y dentro del mercado. Tener su propio código de conducta. Es lo que te define como inversionista e individuo (ser honesto, respetuoso, etc.). ¿Qué actitudes son las que más respeta en una persona? ¿En quién confiaría sin dudarlo? ¿Por qué?… Porque hace lo que dice, porque no te defrauda, porque es congruente.
3. Ser original: No imitar, no pretenda ser alguien más. Asumir mi responsabilidad al 100% y no dar excusas.
4. ¡No sacrificar lo más por lo menos! Recuerde que la creación de patrimonio es un medio y no un fin. No sacrifique salud (estrés excesivo o cualquier otro síntoma), no olvide pasar tiempo con su familia y atender prioritariamente aquellas actividades que disfruta en lo personal (deporte, pasatiempos, etc.). La magia del interés, compuesto en una buena inversión, se encargará de darle un buen patrimonio… ¡Así se construye la confianza!