Una dictadura corroída que condena a las redes sociales y hunde a su pueblo

El régimen autoritario cubano, que encabeza Miguel Díaz-Canel, culpó a las redes sociales de orquestar las movilizaciones y protestas inéditas contra su gobierno. Y la respuesta ha sido la represión y la violación a los derechos humanos.

FOTO: Especial/El Financiero.
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Alejandro Ramos Magaña

Hábitat

Lectura: ( Palabras)

El régimen autoritario de Cuba decidió bloquear Facebook, Instagram, Whatsapp y Telegram, ya que el presidente Miguel Díaz-Canel culpó a las redes sociales, así como a la “mafia cubano-americana” de la oleada de protestas inéditas que ocurrieron este domingo en la isla.

La postura de Díaz-Canel (que asumió el cargo en 2018 al reemplazar a Raúl Castro) arrastra la política añeja de la dictadura de los hermanos Castro Ruz, y que él mismo está envuelto en ese sistema que viola los derechos humanos, oprime, condena, reprime y castiga a las movilizaciones e ideologías que van contra la llamada “revolución”.

La justificación preferida del régimen autoritario es de que todos los problemas económicos, políticos y sociales de Cuba se deben al bloqueo económico impuesto a la isla por Estados Unidos, desde 1962. Sin embargo, la clase gobernante, los altos mandos militares, jefes de inteligencia y los militantes clave del partido único gozan de múltiples privilegios como cualquier “burgués” global, mientras su pueblo vive en las eternas filas y con terribles restricciones hasta para pensar diferente.  

Después de las movilizaciones y protestas históricas de este domingo, aún hay grupos de manifestantes que están bajo custodia y otros desaparecidos; la represión está en marcha y se busca casa por casa a los líderes de la disidencia cubana.

Hasta ahora no se sabe con certeza cuántas personas fueron detenidas, pero el que se encuentra desaparecido es José Daniel Ferrer y su hijo, quienes son activistas del grupo disidente Unión Patriótica de Cuba (UNPACU). En este año Ferrer ha sido detenido en dos ocasiones, febrero y abril pasado, y en 2019 estuvo por más de 8 meses preso, siempre acusado de violentar el orden público y de estar al servicio de Estados Unidos.

Este 11 de julio, Cuba volvió a estar en la mira global, pues la protesta de miles de cubanos impactó a la añeja dictadura que empezó en 1959 con la llegada al poder de Fidel Castro, y mostró una vez más que la llamada “revolución comunista” ha sido un desastre histórico con su gobierno de partido único, el Partido Comunista Cubano.

El grito de este domingo fue contra el desabasto de alimentos y medicinas, por los precios elevados en artículos de primera necesidad, salarios de miseria, falta de atención médica ante la pandemia del COVID-19 y por los constantes y eternos cortes de energía eléctrica, así como la exigencia de libertad.

La pandemia agudizó la crisis económica de la isla, pues su principal fuente de ingresos proviene del turismo, el cual tuvo un descenso considerable desde 2020. Esta situación provocó que el gobierno eliminara subsidios en bienes y servicios, ajustara precios y salarios, así como la eliminación del sistema de doble moneda (peso-dólar), que aplicó por más de dos décadas para hacerle frente a crisis económica que le originó la caída de la Unión Soviética, hoy únicamente se emiten pesos cubanos.

Díaz-Canel dijo este lunes a través de Twitter que evitará la violencia revolucionaria, pero reprimirán la violencia contrarrevolucionaria. Así o más clara la postura dictatorial.

La dictadura está corroída y los reclamos sociales del pueblo cubano son tan legítimos que como dice Joe Biden: “están haciendo valer con valentía los derechos fundamentales y universales”.

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