Las mujeres merecen ganar su sitio en el arte sin chantajes ni cuotas, demostrando su talento, maestría y capacidad de decir lo que piensan a través de su obra.
El llamado “arte femenino” no existe, es arte y punto. El arte no debe tener género para alcanzar su verdadero estado libertario, y esa debería ser la búsqueda de todos los artistas, que su obra no sea una manifestación de su estatus hormonal.
Sorodidad es una exposición colectiva en el Museo de Bellas Artes de la Ciudad de Toluca, Estado de México. El nombre tiene su origen en “sor”, hermana en latín. Propone una “hermandad” femenina desde la libertad de la creación artística. Motivada por Marcela González Salas y Petricioli, secretaria de Cultura del Estado de México, y curada por Lourdes Magalón, directora del museo.
La investigación que hace Sorodidad exigió un gran esfuerzo para reunir un acervo tan representativo de la trayectoria de las mujeres en el arte mexicano desde el siglo XIX. Logra abrir una visión de la decisión de muchas mujeres de hacer arte, superando todo tipo de clasificación. Desde el siglo XIX, como Matilde Zúñiga, pintora mexiquense, y Agustina Cejudo, artistas transgresoras, porque a pesar de que en Europa desde el Barroco había pintoras profesionales, en México no fue así y esa determinación abrió la brecha para que hoy existiera una exposición como Sorodidad. La segregación de una colectiva de mujeres fue positiva, obliga hacer foco en la plástica femenina como objeto de estudio, apreciar su poder y capacidad creativa
Reúne pintura, grabado, escultura y algunas obras de arte contemporáneo VIP. En esta ecléctica muestra se puede analizar qué disciplinas artísticas son más demandantes y cómo otras pasan como cuotas. En la pintura o el grabado, por ejemplo, la exigencia técnica y de lenguaje es evidente, mientras que el arte contemporáneo VIP recurre a sus “intenciones oenegeras” para dar contenido a objetos o acciones irrelevantes, y son obras que si no estuvieran “hechas por mujeres” podrían estar en cualquier otro lado.
La amplitud de la investigación curatorial permite ver esas diferencias, y apreciar cómo la plástica de las mujeres ha evolucionado, desde el muralismo de Rina Lazo, hasta temas más introspectivos y psicológicos como Carmen Chami o los monotipos de técnica mixta de la Ruptura de Basia Bartorska que desembocaron en la pintura abstracta de gran fuerza de varias exponentes. Están expuestas 19 obras de la Colección Milenio Arte, fue la oportunidad de reunir parte de las artistas que integran el acervo, y que el público las observe desde un ámbito distinto a nuestras series curatoriales.
Sorodidad va más allá de ser un espacio reivindicativo, aporta otro acercamiento, podemos apreciar la trayectoria de esfuerzo y lucha de las mujeres artistas para salir de la oscuridad y el ocultamiento, a la luz de la mirada del público, las instituciones y la Historia del Arte.
Deja un comentario
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.