La polarización que viene
Andrés A. Aguilera Martínez

Razones y Costumbres

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El miedo, la rabia, el resentimiento y el odio son utilizados para el acercamiento y filiación de feligreses a movimientos que, más allá de los partidos políticos…

Imagen: SobreHistoria.com.
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Lectura: ( Palabras)

La historia de la humanidad se observa y analiza desde una óptica de polarización y confrontación. Así, Hegel primeramente, y Marx perfeccionándola al aspecto sociológico, establecieron que la evolución de la humanidad parte de una práctica de confrontación de opuestos. De este modo la trilogía de tesis, antítesis y síntesis se materializan al analizar la forma en que fueron evolucionando las comunidades hasta consolidarse lo que hoy conocemos como Estados modernos. Familias, facciones, posturas, ejércitos, religiones y estados, se fueron confrontando, con lo que se crearon las nuevas realidades, ya sea imponiéndose unas o, efectivamente, sintetizándose en algo nuevo.

La lógica dialéctica implica que la confrontación tiene que ser entre posturas contrapuestas, ya sea para que una se imponga sobre la otra o se sinteticen en una distinta. Así, de forma muy sucinta, es como Marx, a través de su materialismo dialéctico, explica la evolución de las sociedades.

De este modo hemos visto cómo la confrontación alimenta la evolución y el desarrollo de las sociedades; las que, en muchas ocasiones, son provocadas deliberadamente por líderes que generan movimientos que, basados en posturas ciertamente radicales, pretenden realizar movimientos dialécticos para imponer su visión; ya fuera a través de la fuerza y la imposición o ‒más recientemente‒ por la manipulación y el convencimiento de las masas, utilizando, para ello, las pasiones e instintos de las personas.

miedo y sociedad
Imagen: filosofia.laguia.2000.com.

El miedo, la rabia, el resentimiento y el odio son utilizados para el acercamiento y filiación de feligreses a movimientos que, más allá de los partidos políticos, se transforman en sectas que idolatran y fomentan el culto a la personalidad del líder, a quien le atribuyen facultades y potestades meta-humanas, casi de divinidad, con la capacidad de solucionar cualquier situación, sobre todo aquellas a las que más se les temen.

El miedo y el rencor son las armas más eficientes para manipular y controlar; quienes las explotan, al exhibirlas, se muestran de forma simultánea como quienes pueden, no sólo combatirlas, sino aniquilarlas y sacarlas mágicamente del espectro para el bien de sus seguidores y fanáticos.

De este modo es como se concreta y consolida una antítesis al statu quo, a lo establecido, a todas aquellas circunstancias que producen miedo y rencor entre los más desprotegidos, aquellos olvidados y segregados como parte de la cotidianidad, las víctimas colaterales del desarrollo, que no vieron los beneficios de la libertad y se volvieron eslabones débiles, exiliados y explotados que, por su número, se vuelven una fuerza incontenible que, unificada, pueden otorgarle el poder a los líderes de los movimientos.

control en la sociedad

Así, el mundo, se encuentra inmerso en una la creación de antítesis unificada que tiene como objetivo exaltar el miedo y el resentimiento para darle fuerza a un movimiento generalizado que tiene como punto en común la exaltación de su exclusión, de sus miedos y sus anhelos de reivindicación y venganza.

Hoy el mundo enfrenta un movimiento generalizado sin precedentes, donde los olvidados se han volcado en contra de quienes los han oprimido, que no solo atenta contra lo establecido, sino contra la propia libertad que mucho trabajo le ha costado a la humanidad consolidar.

@AndresAguileraM

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