Es difícil falsificar a un gran artista, pero más difícil falsificar a un artista mediocre. El FBI en su división de Art Crime Team decomisó del Orlando Museum 25 pinturas de Jean-Michel Basquiat, de su retrospectiva “Heroes & Monsters”. La gran pregunta es: ¿Cómo se dieron cuenta de que esas pinturas eran falsas? ¿Qué diferencia hay entre un original hecho por Basquiat con su estilo de no-sé-pintar, infantiloide y “rebelde”, con otro hecho ahora mismo por un adolescente de mal humor?
Eso es lo interesante. Durante varios años, el FBI siguió un lote de pinturas que alguien había “encontrado” en una bodega cuando la desalojaron por no pagar la renta. Los villanos de la trama les inventaron a las pinturas una historia para darles provenance, eso hasta ahí de lo más normal.
Pintadas en cajas de cartón de FedEx, los investigadores observaron que ese diseño de caja se usó a partir de 1994, varios años después de la muerte de Basquiat por sobredosis. La torpeza de ese detalle, los llevó a investigar la provenance y todo falso, desde la historia de los dueños, las posibles exposiciones etcétera, lo que sí es autentico es el cinismo de los involucrados. El certificado de “autenticidad” de las obras lo firma un “Experto 2” que escribió un ensayo exponiendo por qué eran auténticas, típico texto inflado de un curador. Esta experta es profesora de arte en la University of Maryland, y por autentificar le pagaron 60 mil dólares, una miseria si pensamos que ese lote de pinturas podía valer una fortuna, las pinturas de Basquiat han alcanzado los 100 millones en subasta.
La trama continúa en el museo, lo llevan al Orlando Museum, el director se involucra y las expone, eso es fundamental para autentificar una obra, le da su VoBo institucional. Cuando inician las investigaciones, la académica escribe al director del museo que su nombre no debe aparecer en la exposición y él con gran elegancia le responde “Ya cobraste 60 mil grandes por esto, ahora cállate la boca”.
Todo parecía perfecto: un pintor facilón, la verdad las pinturas falsas están mejor pintadas que las originales, un museo y expertos autentificando, pero las cajas, oh craso error. La familia de Basquiat dejó de autentificar obras por la gran cantidad de falsos y luego ellos comenzaron a vender más obras, total, ese “gran talento” es muy posible que todos lo hayan heredado, hasta los que no son de la familia. La corrupción del mercado del arte, pueden vender en millones de dólares 25 cartones pintarrajeados.
Basquiat fue un capricho personal de Andy Warhol, es la combinación perfecta de morir joven, atractivo y rebeldía, le faltó saber pintar, la moda se encaprichó con él y por eso es caro, no hay otro valor que lo sostenga. Ahora falta saber quién es el misterioso artista falsificador que no sabía la fecha de muerte de Basquiat.