El sucesor de AMLO
Alejandro Zúñiga Olmos
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Hay tres aspirantes que coinciden con el perfil: Marcelo Ebrard, Ricardo Monreal y Claudia Sheinbaum. A usted, ¿quién le late?

Imagen: Arifer Tenorio Sánz.
Imagen: Arifer Tenorio Sánz.

Lectura: ( Palabras)

El proyecto de transformación del país de la 4T no termina con López Obrador, sentenció el Primer Mandatario, y advirtió que su legado seguirá, pero sin él.

Fue en su mañanera del jueves pasado donde el presidente deslizó, por primera vez, que su proyecto es transexenal, aunque todos lo sabíamos.

Confirmó que no será encabezado por jóvenes, sino por una generación previa a la suya. 

Aunque insistió en que él se iría a “La Chingada” –así se llama su finca de Palenque, Chiapas– cuando termine su mandato en 2024, hay 4T para rato, pronosticó AMLO.

El presidente hablaba de que lo más importante es que en su gobierno trabajan personas “que les importe la transformación, que les importe la gente, que les interese la nación, que le tengan amor al pueblo, es un proceso, vamos hacia allá”, cuando un periodista lo interpeló:

“¿La transformación no termina con Obrador?”, le preguntó.

“No, hay muchos. Yo estoy satisfecho porque ya hay relevo generacional”, respondió el mandatario y se metió de lleno, a más de tres años y medio de que termine su mandato, en el tema de la sucesión presidencial.

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Imagen: Pinterest.

Primero hizo futurismo: “Si el pueblo lo decide y El Creador lo permite, yo estoy hasta el 24 y me jubilo. Y ahí sí, a Palenque”, volvió a prometer.

“Pero jubilar –recalcó– es no volver a participar en nada. No opinar”, e hizo esta confesión: “Me estoy preparando, estoy haciendo ya un trabajo, me estoy preparando psicológicamente para eso”.

Y a manera de terapia personal dijo a qué se iba a dedicar, “para alejarme por completo, voy a escribir. Tengo un libro que quiero hacer sobre el pensamiento conservador en México”.

Como para salirse del tema pronosticó: “Creo que voy a tener mi pensión, porque ya voy a completar más de 20 años. Tengo mis comprobantes de que pagué al ISSSTE; me va a alcanzar, porque la vida en Palenque no es muy cara, además, Beatriz ya tiene su trabajo”.

Les pidió que se olvidaran de él, que no lo molesten: “Con todo respeto y cariño no voy a estar recibiendo a nadie que tenga que ver con la política”; e insistió: “Ya no voy a meterme en nada”.

Y como no queriendo volvió a la sucesión presidencial, para deslizar la edad de quien lo sucederá: “Pero estoy muy contento porque hay relevo. Yo tengo 67, de 50 para arriba, incluso hay mujeres y hombres”, presumió.

Y como para hacer enojar a sus opositores, remató así: “Se van a enojar los adversarios, pero la verdad, la verdad, sí hay relevo de este lado, ellos tienen problema, nosotros no”.

Entonces, los reporteros empezaron a querer abundar: “¿nombres, nombres, presidente?”.

El mandatario se salió del tema con una risotada al tiempo que decía: “Ya vamos a hablar, si todavía falta mucho”.

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Imagen: Na Hu.

Las declaraciones del presidente revelan que ya está metido a fondo en su relevo y, al parecer, quiere que los aspirantes, sus cercanos y quien quiera apuntarse, se esfuercen mucho más y que le garanticen lealtad absoluta.

Como ha sido en el pasado, su sucesor tiene que garantizarle la continuidad de su proyecto, es decir, la continuidad de lo que él llama la 4T. 

La decisión de quien quisiera que lo suceda será, como siempre, por dedazo, pero disfrazada en una de esas encuestas hechas imaginarias porque nunca las vemos.

Tiene razón AMLO al decir que los candidatos de su equipo, hasta ahora, son los mejores posicionados de cara a la sucesión presidencial.

Es innegable que hoy no hay liderazgos en ninguno de los partidos opositores que se adviertan competitivos para quien sea el caballo negro del presidente.

Al día de hoy en Morena hay tres aspirantes que coinciden con el perfil generacional que dibujó AMLO, ellos son: Marcelo Ebrard, Ricardo Monreal y Claudia Sheinbaum, quienes tendrían entre 62 y 64 años en 2024.

Hoy, esos son los visibles, pero la decisión recaerá, sin duda, en aquél o aquella que le garantice continuidad al presidente. A usted, ¿quién le late?

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