El discreto Horacio Duarte
Gustavo Rentería Villa

Alcaldes y Gobernadores

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Nadie duda de las capacidades políticas y gran jale social de Gómez Álvarez, pero tampoco nadie duda del conocimiento jurídico y electoral de Duarte.

Lectura: ( Palabras)

Texcocano de hueso colorado. Este año cumplirá 53 años. Es abogado por la UNAM y logró la maestría en la Universidad de Salamanca.

Fue diputado local, presidente municipal, diputado federal y representante de Morena ante el Instituto Nacional Electoral de 2014 a 2018. En esta última posición se convirtió en un hombre de gran confianza de Andrés Manuel López Obrador.

Dio batallas históricas, se la jugó pues, y estas discusiones que dio a nombre del ahora presidente de la República en la “Herradura de la Democracia” lo convirtió en gran amigo del tabasqueño.

Al triunfar en 2018 fue nombrado subsecretario del trabajo a nivel federal; en 2020 se convirtió en director de la Administración de Aduanas. El mensaje al interior de su movimiento fue, que un hombre de gran cercanía al titular del Ejecutivo Federal, para combatir la corrupción se iría a revisar lo que pasa en aeropuertos, puertos y fronteras.

El 12 de octubre de 2020 renunció al cargo para participar en la campaña electoral del Morena para las elecciones del Estado de México. Él sabía que le correspondería a la maestra Delfina. Llevaba mano, pero le encargaron la segunda posición. Es más, su experiencia jurídica y por ser puente directo en Palacio Nacional, lo convirtió en un poderoso Jefe de Gabinete.

La salida de Higinio Martínez se ve como un gran triunfo de Horacio. Si por cualquier motivo se ausentara la maestra, el “segundo al bat” sería Duarte Olivares. Y desde ya se vislumbra como el más fuerte aspirante a la gubernatura cuando acabe la maestra.

Nadie duda de las capacidades políticas y gran jale social de Gómez Álvarez, pero tampoco nadie duda del conocimiento jurídico y electoral de Duarte. Se complementan muy bien. Y como se quitaron de encima al senador, las cosas fluyen bien. Al menos eso se cree en la capital mexicana.

Pero la prueba de oro serán las elecciones del 2 de junio del 2024. Si no avanzan los guindas, sería un fracaso para Morena. El desquite que desea el PRI-PAN es similar a lo que se lee en redes, y aunque sin dinero, líderes visibles, e instrucciones de un gobernador rojo, harán todo lo posible por regresar por sus fueros.

La lógica indica que la maquinaria prianista está muerta y fue sustituida por Morena; pero hay centenas de familias que vivían del presupuesto gubernamental, y no están dispuestas a quedarse así.

Horacio Duarte demostrará de qué está hecho: se jugará con el resultado electoral su boleto para 2029. Algunos dirán que falta mucho, pero si obtienen el triunfo en el congreso de Toluca y el mayor número de las 125 alcaldías, nadie le quitaría el despacho, que hoy visita a diario, pero que no ocupa aún.

En una entrevista que me concedió para el programa “Libertas, Periodismo para un México Nuevo” (que este reportero condujo durante 16 años en Mexiquense TV), días antes del destape de la maestra Delfina, Duarte Olivares le dejó claro al teleauditorio que el proceso sería lento, pero sin pausa.

Aseguró que no había vuelta atrás y que los mexiquenses ya habían  vivido casi 100 años con una misma fórmula, y que el cambio que venía, representaba una gran responsabilidad de las nuevas autoridades que serían electas.

No pierda de vista a Duarte Olivares, que, aunque discreto, conoce muy bien a la doctora Sheinbaum. Y claro, su eventual triunfo, lo impulsaría aún más.

COLOFÓN.

¿Qué líder político se aventará el tiro de levantar la mano para conseguir el registro de un nuevo partido político? En junio, después de conocer las tendencias de votación, sería el momento exacto para anunciarlo.


gustavo@gusartelecom.com.mx
@GustavoRenteria

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