Clasemedieros ¡Uníos!

La furia del presidente continúa en sus sermones matutinos y todo es culpa de la clase media que votó en contra de su proyecto y el de su partido.

FOTO: Cuartoscuro.
FOTO: Cuartoscuro.

Alejandro Ramos Magaña

Hábitat

Lectura: ( Palabras)

Han pasado 15 días de la pasada elección y el presidente Andrés Manuel López Obrador continúa con su agrio y deformado sermón de que se orquestó una guerra sucia contra su proyecto de la 4T, en el que la clase media “aspiracionista” es la culpable de la pérdida de votos, del freno en la Cámara de Diputados y de la derrota del partido oficial en las alcaldías de la Ciudad de México.

 “Quieren terminar con los cambios, fue una campaña de manipulación, de guerra sucia, no saben ni por quién votaron (la clase media)”, nos dice el guía moral este lunes en su acostumbrada homilía matutina.  

En la furia del presidente la mentira se acomoda, le funciona, confunde, ajusta la realidad a sus datos, por eso “el pueblo está feliz”, nos dice.

Al guía moral le incomoda el pueblo pensante, analítico, informado, que toma decisiones con libertad, que sabe reprobar en las urnas a los que no saben gobernar, a los simuladores del cambio.

En su lógica, en su narrativa, la gente debe estar guiada por un pensamiento único. En otro sentido, “si no estás conmigo eres enemigo de la 4T”. Al viejo estilo de Stalin, de Pol Pot y sus Jemeres Rojos, de los hermanos Castro, del dúo Chávez-Maduro, o como el aprendiz de dictador, Daniel Ortega.

No hay duda que el presidente desea seguir lucrando con la pobreza y la ignorancia, le funcionan en su república de la simulación.

De la pobreza y la ignorancia –dice–, quiere construir una nueva clase media “más humana”; tal vez le faltó agregar que la quiere ideológicamente uniformada, y obviamente, sumisa.

En el viejo PRI, poderoso y hegemónico, le resultaba más práctico tener a una masa social sumisa e ignorante. Esa misma fórmula es la que desarrolla él y su partido.

El guía moral quiere una clase media más fácil de manipular, que tenga un bajo nivel de análisis. Únicamente él sabe cuál es el camino a la felicidad.

Clasemedieros de México, ¡Uníos!

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