“El día de hoy asumo el reto más grande de mi vida, me corresponderá dirigir la educación la educación superior del país. Lo vamos a hacer con honestidad, compromiso, responsabilidad y transparencia” dijo el profesional del derecho Odir Aarón Fernández Flores, inmediatamente después de ser elegido rector de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH) el reciente 13 de diciembre por la Junta de Dirección Universitaria (JDU)-ente encargado de elegir a la máxima autoridad de la principal casa de estudios del país centroamericano-. Cabe recalcar que justamente el pasado 09 de noviembre fue elegido rector de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) Leonardo Lomelí Vanegas, para el período 2023-2027.
Es interesante resaltar la juventud del máximo jerarca universitario hondureño de apenas 36 años, en tanto es un millenials que le apuesta al cambio generacional en la sociedad “catracha” y liderando los cambios educativos de la nación centroamericana.
Es interesante hacer notar que siempre ha habido y habrá opositores en todo contexto y actividad humana y tanto Odir Fernández como Leonardo Lomelí Vanegas los han tenido en la previa de la asunción de sus cargos, mismos que “prometen” ser anclados a las “urgentes” necesidades actuales.
En mi humilde criterio-y siempre lo he sostenido-, creo que la retención de los “talentos” humanos de nuestros países será clave en la explosión del desarrollo humano y más tratándose desde la visión de las universidades como órganos legitimadores y procuradores del bienestar común, pero ello pasa por la apropiación y reapropiaciones de las virtudes éticas que tienen que ver con la sensibilidad y empatía con “el otro”.
Creo que en una época de “convulsiones” en todos los sentidos, como la que afrontamos actualmente, madurez y prudencia deben ir aparejados, sobre todo en la educación, misma que debe ser regida desde la ciencia y la sabiduría en pos del bienestar público y desaprenderse de toda influencia ejercida desde los poderes políticos que a la larga solo perpetúan el status quo.
Decía en su momento el pensador Edward Griffin que “el oponerse a la corrupción en el gobierno es la obligación mas importante del patriotismo”, y claro que ello tiene que ver con la consolidación de las propias identidades individuales y nacionales.
En definitiva, esperamos que los liderazgos-tanto de Odir Fernández como de Leonardo Lomelí Vanegas-coadyuven a la “revitalización” de las esencias y propias capacidades de nuestra identidad latina, potenciando un desarrollo hacia adentro y desde adentro. Posdata: Es de hacer notar que tanto el profesional de la economía Leonardo Lomelí Vanegas como Odir Fernández lideran los esfuerzos por el establecimiento de universidades incluyentes y científicas. Cabe subrayar que Odir Fernández ha bregado casi desde siempre en el mundo del combate a la corrupción; y, es la corrupción a todos los niveles la que ha imposibilitado el desarrollo de nuestras sociedades, generando caos y desesperanza en nuestros países.
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