¿En qué contexto llegan las administraciones de las 16 Alcaldías, obligadas a atender las necesidades de sus habitantes?
El pasado 1º de octubre tomaron posesión los nuevos gobiernos en la Ciudad de México. Como nunca antes, derivado de las alianzas de partidos políticos, los ganadores de las elecciones lo hicieron por distintas siglas políticas que ahora con su militancia, vecinos en general, y su ideario programático, van a demandar servicios, proyectos y soluciones para barrios y colonias.
Del otro lado están los partidos cuyos candidatos fueron derrotados, pero al igual harán demandas al gobierno de la Alcaldía, de acuerdo a la necesidad ciudadana y su base social.
En todos los casos es un derecho que habilita a cada persona para ejercerlo frente a sus representantes y al mismo tiempo configura una circunstancia específica de la democracia que estamos viviendo en CDMX y sus órganos de representación, por ejemplo, el Congreso de la capital de la nación.
En las 16 Alcaldías los Concejos que por ley son órganos de control y contrapeso del alcalde o alcaldesa, tienen una labor colegiada, una de cuyas contribuciones es la gobernabilidad y participación ciudadana.
Los gobiernos unipersonales en las Alcaldías no están previstos en la ley. El trabajo debe realizarse en equipo y ese será un reto mayor de forma y fondo para generar mejores condiciones de vida a los ciudadanos.
Un ejercicio reciente de opinión pública abordaba, lo relativo a las expectativas que la ciudadanía tiene sobre los gobiernos entrantes en las Alcaldías. En general, es alto como corresponde a todo comienzo, y en ambiente de disputa de proyectos.
Los temas en esa consulta siguen siendo algunos conocidos como el combate a la inseguridad, atención a la salud (enfocado en COVID-19), fomento al empleo, movilidad y transporte. Este último, por cierto, es novedoso en una consulta.
Si bien, se ha dado el cruce de comentarios sobre el estado en que se entregó y recibió la Administración, debe darse el voto de confianza o llamémosle beneficio de la duda en general, y desde este espacio deseamos éxito en sus gestiones, ya que si les va bien a alcaldesas y alcaldes, le irá bien a quienes representan.
Nuevos o reelectos, de manera respetuosa el exhorto es a no perder jamás, la mística de servicio y del manejo eficiente de recursos que todo gobierno –del nivel que sea‒ debe observar.
Con independencia de las agendas que deseen impulsar, considero que deben abordarse de manera urgente, todas las formas de violencia contra la mujer, la reactivación económica y la atención especial a grupos prioritarios (niños, adultos mayores, personas con discapacidad, jóvenes, grupos LGBTTTI+, entre otros).
Tenemos que trabajar en equipo temas como la violencia familiar que se da en el espacio privado del hogar, pero que tiene una repercusión colectiva, y por tanto requiere una intervención que ayude a sanar una relación que afecta a todos los integrantes de la familia.
De manera planeada, en cada caso la autoridad más cercana a la problemática tiene una labor institucional que realizar, pero también moral ante asuntos sociales o de defensa de grupos vulnerables como los mencionados. Los gobiernos inician y hay que desear éxito y trabajo en equipo. Que así sea.
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