El gobierno de la Ciudad de México anunció que el próximo 7 de junio se regresarán a las clases presenciales en planteles públicos y privados de forma escalonada y voluntaria, tras un año de clases a distancia.
La jefa de gobierno Claudia Sheinbaum indicó que: ¨es muy probable¨ que la capital pase a semáforo verde antes de esa fecha por la tendencia hacia la baja que presentan los indicadores epidemiológicos.
Por su parte, Luis Humberto Fernández, titular de la Autoridad Educativa Federal en la Ciudad de México aseguró que: ¨no se están precipitando¨ con este anuncio y que han venido trabajando para rehabilitar las escuelas en la capital y se pueda regresar a clases de forma segura y cumpliendo con todas sanitarias para evitar contagios.
Asimismo, aclaró que no se obligará a nadie a asistir a las escuelas y que en caso de que se presente un caso positivo de COVID-19, se cerrarán por completo los planteles educativos y las alumnas y alumnos regresarán a ver sus clases a distancia.
Luis Humberto puntualizó que las y los estudiantes que deseen voluntariamente regresar a las clases presenciales lo harán separados en grupo de acuerdo con la capacidad de las escuelas.
Explicó que habrá dos grupos separados, uno de ellos asistirá presencialmente a las escuelas los lunes y miércoles, mientras que los martes y jueves realizarán sus actividades en casa.
Un segundo grupo les tocará presentarse a las aulas los días en que sus compañeros del otro grupo realicen labores en casa, es decir, asisten martes y jueves, y los lunes y miércoles les tocará desde casa.
Para los viernes, ambos grupos desempeñarán sus actividades desde el hogar, pero quienes requieran reforzar conocimientos podrán asistir presencialmente para subsanar esas fallas.
¿Es el momento indicado para regresar a clases?
El regreso a clases presenciales se volvió una necesidad tanto para el personal educativo, estudiantes y sus familiares. El impacto de la pandemia que obligó a que las clases sean por intermedio de una pantalla hace más de un año fue devastador para ambas partes.
Niñas y niños, adolescentes no pudieron adquirir conocimientos o aprovechado clases como hubiesen querido. Profesoras y profesores se vieron limitados al momento de ofrecer dinámicas, con las herramientas que tenían disponible, para hacer más atractivas las clases.
Otro punto fundamental en esta discusión es reintegrar a quienes, por atender otras necesidades o no contar con los recursos necesarios, no pudieron tomar una clase a distancia y necesitan seguir forjando su formación.
También debemos de entender a madres y padres que tuvieron que sobrellevar la situación de atender actividades laborales y de hogar, a la vez que eran el apoyo de sus hijas o hijos mientras estaban en clases o cuando lo necesitaran. Un trabajo desgastante en lo físico y emocional.
Hay muchos factores que afectaron en la educación durante este tiempo de poco más de un año. Se podría decir que es un año perdido y sin forma de poder recuperarlo, sólo podría trabajarse con lo poco logrado, con mucho esfuerzo de las partes, para seguir adelante.
Toda esta serie de condicionantes hacen irremediable la necesidad de tener que volver a clases presenciales, pero la pregunta que inmediatamente surge es que si están listas las condiciones para hacerlo.
Quizá los datos epidemiológicos indiquen que sí, pero esta enfermedad puede dar vuelcos inesperados en cualquier momento – y lo ha demostrado – por lo que una decisión de ese calibre debe pensarse que sumo cuidado.
Que el semáforo epidemiológico esté en verde no significa que la vida vuelve a la normalidad.
¿Intenciones políticas detrás del regreso a clases?
Es importante resaltar que esto no es una diatriba contra profesoras y profesores, únicamente se ven beneficiados por una política la cual no decidieron.
Aceptan ser vacunados, como lo haría cualquier persona, porque significa, hasta cierto punto, poder salvar sus vidas de una enfermedad que cobró la vida de millones.
Nada que reprocharle al personal educativo porque en un país todos merecen inmunizarse contra el COVID-19, porque el derecho a la salud siempre irá correlacionado con el derecho a la vida y todas y todos tenemos el derecho a vivir.
Pero las intenciones que hay detrás de un gobierno que implementa estas estrategias de vacunación en medio de una contienda electoral dejan muchas dudas.
Porque cuando se presentó el plan de vacunación en diciembre del año anterior, la única profesión que se priorizó – y con toda lógica – la del personal médico y después seguiría la vacunación con la población de riesgo en cuestión de edad.
Sobre la marcha decidieron vacunar al personal educativo para el regreso a clases, lo preocupante es que desaceleró la vacunación al personal médico que sigue dando batalla.
Han pasado casi cinco meses desde que se aplicaron las primeras vacunas al personal médico y todavía no terminan por vacunarlos por completo, cuando debieron de quedar vacunados en febrero según sus primeras proyecciones.
De hecho, desde el 4 de mayo no sabemos cuántos tienen sus esquemas completos de vacunación y desde el 18 del mismo mes no sabemos cuántos se han vacunado por día.
Última vez que se presentaron datos de medios esquemas y esquemas completos de vacunación.
Última vez que se presentaron datos de vacunados por tipo de población
Así se presentan los datos de vacunación actualmente.
¿Qué busca el gobierno?
De hecho, desde el 4 de mayo no sabemos cuántos tienen sus esquemas completos de vacunación y desde el 18 del mismo mes no sabemos cuántos se han vacunado por día.
El presidente, Andrés Manuel López Obrador y el subsecretario de salud Hugo López-Gatell han desestimado la importancia de vacunar al personal médico privado, lo que generó numerosas protestas a nivel nacional de este gremio.
Seguramente se dieron cuenta que no contarán con el apoyo político de la mayoría de estos para los comicios del próximo 6 de junio. Por ello ahora buscan generar un ambiente de ¨regreso a la normalidad¨ con el anuncio del regreso a clases.
Quieren hacer ver que, por fin, tiene controlada la epidemia y que las personas pueden hacer su vida nuevamente como estaban acostumbradas antes del inicio de esta pesadilla. Todo con una clara intención política detrás, en miras de las elecciones.
Piensan que con estos anuncios o con las cifras oficiales que muestran una tendencia a la baja en los indicativos epidemiológicos a la población se le olvidará su mala gestión durante esta pandemia que cobró la vida de más de 316 mil personas.
Quieren hacer olvidar la tragedia del metro de la cual nadie ha asumido la responsabilidad y no han atendido a las víctimas como se merecen.
El anuncio del regreso a clases no es más que una cortina de humo para tapar su mala gobernanza. El problema es que este anuncio puede derivar en una nueva ola de contagios si no se maneja responsablemente y con el extremo cuidado, siempre pensando que el virus sigue allá afuera acechando.
El contenido presentado en este artículo es responsabilidad exclusiva del autor y no necesariamente representa la opinión del grupo editorial de Voces México.
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