El pasado domingo, cientos de cubanos protestaron en el sureste de La Habana en contra del gobierno de Miguel Díaz – Canel en reclamo por la falta de comida, medicamentos y la creciente ola de contagios de COVID-19.
El descontento de la parte del pueblo cubano en contra del gobierno se viene gestando desde años atrás, la grave situación en el país caribeño no es un secreto, la pandemia sólo fue la gota que rebasó el vaso.
Por su parte, el gobierno cubano acusa de una intervención de Estados Unidos para generar desestabilización social en la Isla, además señalaron que la causa principal de esas protestas recae en el embargo económico que el país norteamericano tiene sobre la isla desde hace más de 60 años.
Las opiniones se dividen cuando toca explicar la razón de porqué Cuba está pasando por una crisis, están los que apoyan la postura oficial del embargo económico, mientras que otro sector apunta a que la culpa la tiene el gobierno y su negligencia.
Lo que no debería estar sujeto a ningún debate es la represión que están sufriendo los manifestantes cubanos a manos de las fuerzas del Estado, la cual ha dejado muertos y centenas de heridos.
De hecho, al momento de redactar esta nota, la cadena de noticias ABC confirmó la renuncia del viceministro del interior de Cuba, Manuel Burón por el uso excesivo de la fuerza policial en las manifestaciones.
El presidente cubano tildó a los manifestantes de terroristas y comentó que recibieron la respuesta que merecían al querer alterar la tranquilidad de las personas.
¨Ayer vimos delincuentes. La propuesta no era pacífica, hubo vandalismo, apedrearon tiendas en divisas, se robaron artículos… Ante ello, recibieron la respuesta que merecían¨, aseveró.
¨Patria y vida¨
Las manifestaciones que surgieron San Antonio de los Baños se expandieron a gran parte del país y a otros partes del mundo en donde radican cubanos que salieron de la tierra que les vio nacer.
Así es el caso de decenas de cubanos que viven en México y han protestado estos últimos días a las afueras de la Embajada de Cuba en México, unidos bajo una misma voz: ¨Libertad¨, ¨patria y vida¨.
La concentración de este martes inició pasadas las 17:00 horas, pero desde antes ya había personas que se decían pertenecer al Partido Comunista Mexicano (PCM), –inexistente desde 1981–, quienes instalaron equipos de sonido para reproducir música del cantautor cubano Silvio Rodríguez.
Desde temprano hubo presencia de la Secretaría de Seguridad Ciudadana, cinco policías se pararon al frente de los barrotes de la Embajada para custodiarla y pidieron a un par de personas, que venían a manifestarse en contra del gobierno cubano¨alejarse un poco del lugar¨.
Uno de ellos era José Luis, quien explicó que llegó a México hace 26 años, huyendo de la deplorable situación que vivía y en busca de una nueva oportunidad que en su país no tenía.
¨En la escuela hubo días en los que no había comida, y cuando nos servían era muy poco. A veces nos daban arroz y frijoles llenos de gorgojo¨, comentó.
Salió de Cuba junto a su madre cuando él tenía 18 años, dijo que él vivó en Camilo Cienfuegos, un consejo popular ubicado en La Habana, muy cerca de las conocidas Playas del Este.
Sostuvo que la culpa de la situación de Cuba no es por el embargo económico impuesto por Estados Unidos, sino a causa de la ineptitud y corrupción del gobierno y ¨la farsa de la revolución cubana¨.
¨Abajo la dictadura¨
Pasadas las 5:00 de la tarde más personas empezaron a llegar a la Embajada cubana. Los miembros del “PCM” instalaron pancartas distintivas en las puertas de la Embajada y arengaban con micrófonos para repetir consignas en favor del comunismo y gobierno cubano.
La posición de los simpatizantes del “PCM” fue desafiante desde el inicio, con palabras de descrédito a las y los manifestantes cubanos: ¨imperialistas pagados¨, entre otros calificativos les llegaron a decir.
Al pasar los minutos el número de inconformes llegó a la Embajada con pancartas que decían ¨SOS Cuba¨, ¨Abajo la dictadura¨ ¨Patria y Vida¨.
Sobre las 17:40 horas el Embajador de Cuba en México, Pedro Núñez Mosquera, llegó en un automóvil modelo Volkswagen con placas diplomáticas de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), quien observó la concentración e intercambió palabras entre miembros del “PCM” y manifestantes y pidió a los policías que mantuvieran orden.
Un manifestante lo identificó e intentó increparlo mientras gritaba ¨dictador asesino¨, pero su paso fue detenido por varios policías que protegieron al Embajador.
El Embajador dio unas indicaciones a uno de los policías y señaló a los miembros del Partido Comunista Mexicano para pedir que les dieran protección y que la situación se mantuviera sobre relativo orden.
Posteriormente, el Embajador junto a otras personas de la Embajada ingresaron al vehículo en el que llegó, y entraron al edificio raudamente, desde ese momento no se les volvió a ver afuera.
Hubo momentos donde el intercambio de palabras estuvo acalorado, policías tuvieron que separar a los grupos en tres ocasiones para evitar que aquello se convirtiera en un zafarrancho.
¨Somos más¨
Los manifestantes en contra del gobierno cubano gritaban: ¨somos más¨ repetidas veces, mientras más personas se integraban a la protesta con banderas y carteles en contra del régimen.
Sin importar la lluvia, los manifestantes siguieron con sus cánticos, entonaron el himno y, como podían, trataban de sobreponer sus voces sobre la música que ponían los miembros del “PCM”.
En algunos momentos lo lograron, pero justo en ese momento subían el volumen de la música y los del “PCM” gritaban: ¨esta calle es de Fidel¨, mientras que los manifestantes respondían: ¨Esto es nuestro y de todos los cubanos¨.
Hubo algunos cubanos manifestantes que pidieron al presidente, Andrés Manuel López Obrador que condenara ¨la dictadura en Cuba que está matando al pueblo cubano¨ y exigieron que sacaran de México al Embajador cubano y a ¨toda su banda de secuaces ladrones¨.
Por su parte, los del Partido Comunista Mexicano defendían al gobierno cubano con consignas como: ¨El gobierno de Cuba es solidario y su pueblo es digno¨, ¨En Cuba la educación es gratis, al igual que la salud¨.
Las y los policías parecían no entender lo que se estaba discutiendo – ni tampoco parecía importarles – sólo fueron a cumplir su trabajo y lo cumplieron cabalmente porque nada se salió de control.
Hubo una que intercambió palabras con un manifestante que le compartió un cigarro y se lo encendió – valga la redundancia – con un encendedor que tardó en encontrar en uno de sus bolsillos.
- Los cubanos queremos un país libre del comunismo que nos está matando — dijo el manifestante.
- Eso es lo que quiere hacer López Obrador acá, ¿no? — preguntó la policía, luego de darle un largo jalón a su cigarro que trataba de esconder de la lluvia.
En medio las y los cubanos
Así se mantuvieron durante varias horas, entre gritos, euforia y bajo la incesante lluvia. Cada bando respaldando a todo pulmón sus posturas y creencias sobre lo que está pasando en Cuba.
Mientras políticos, activistas y Defensores de Derechos Humanos se pelean para imponer quién es el culpable de la situación de Cuba – si el embargo impuesto por Estados Unidos (1962) o el gobierno autoritario– el pueblo de la isla es el que más sufre en medio de todo este desastre.
A las cientos y cientos que salieron a protestar son a quienes están reprimiendo brutalmente, desapareciendo y asesinando por exigir un mejor futuro para las generaciones futuras.
Ojalá se entienda que se puede estar contra de un embargo criminal que azota a Cuba y coerce sus actividades económicas sin dejar de condenar la fuerza policial sobre el pueblo cubano.
No se trata de defender la ideología a toda costa, se trata de discernir entre qué es lo necesario para que un pueblo pueda vivir libre del yugo de una potencia extranjera y de un gobierno único, hegemónico y autoritario que se ha incrustado en el poder desde hace más de 60 años.
Detona trifulca en el Centro Histórico
La tarde de este miércoles, alrededor de las 18:30 horas, un grupo de cubanos radicados en México fueron agredidos por bandas de golpeadores mexicanos en las cercanías del Zócalo.
Ningún policía intervino durante la riña y la situación se salió de control, lo cual provocó temor en los cientos de paseantes y comerciantes en esa zona del Centro Histórico.
Varios comerciantes gritaron, en defensa de los cubanos, que eso es lo que pasará a México, pues el presidente López Obrador, no quiere condenar a la dictadura cubana, y simpatiza con Raúl Castro Ruz, quien heredó el poder a la muerte del dictador Fidel Castro (1926-2016), su hermano.
El contenido presentado en este artículo es responsabilidad exclusiva del autor y no necesariamente representa la opinión del grupo editorial de Voces México.
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