La situación en Cuba es muy preocupante, la profunda crisis económica y social que atraviesa la Isla caribeña ha provocado una diáspora de cubanas y cubanos desde que se consolidó la Revolución y la precarización de la vida – a excepción de salud y educación – en la vida de todas y todos.
Lo que sucede en Cuba es abordado desde el perspectivismo, lo que abona a que el tema sea tan politizado, cada postura o idea sobre cuál es el origen de la situación de Cuba es producto de una postura particular.
Hay quienes sostienen que los efectos del descontento de la población cubana tienen su origen en el bloqueo – o embargo – económico impuesto por Estados Unidos a Cuba desde hace más de 60 años, otros le atribuyen la responsabilidad al gobierno cubano y su fallida gobernabilidad.
A esto se le sumó la pandemia por la COVID-19 que golpeó una de las principales fuentes de ingresos y divisas de la Isla, el turismo. También, la administración de Donald Trump impuso duras sanciones que afectaron a la recepción de divisas, medidas que persisten con la actual administración de Joe Biden.
Todo este cúmulo de situaciones, tanto externa como internas, llevó a que las cubanas y cubanos se manifestaran en contra del gobierno exigiendo ¨Libertad¨ y ¨fin a la dictadura¨, esas movilizaciones se replicaron en otras ciudades con presencia de la población cubana como Miami y la Ciudad de México.
Las protestas en Cuba fueron violentamente reprimidas por parte del gobierno liderado por el presidente, Miguel Díaz-Canel, quien negó rotundamente que exista tal represión, pese a que hizo un llamamiento a los revolucionarios – ciudadanos a favor del gobierno – a defender al Partido Comunista y enfrentar a los manifestantes.
La puerta a un bloque Latinoamericano
En medio de toda esta discusión politizada sobre la situación de Cuba, que prioriza ideologías por sobre la vida de las personas en algunos casos, salió el presidente, Andrés Manuel López Obrador a defender al gobierno cubano y arremeter contra Estados Unidos.
AMLO, como ocurrió en la Asamblea General de la ONU con el voto a favor de 187 países, condenó el bloqueo económico a Cuba y arremetió contra las medidas de política exterior de Estados Unidos en América Latina.
En su discurso del pasado sábado, en conmemoración del natalicio del libertador venezolano Simón Bolívar, el mandatario mexicano mencionó la Revolución Cubana y comentó que la resistencia del gobierno de ese país sin sometimiento por parte de Estados Unidos ¨es toda una hazaña¨.
¨Creo que, por su lucha en defensa de la soberanía de su país, el pueblo de Cuba merece el premio de la dignidad. Y pienso que por esa misma razón debiera ser declarada patrimonio de la humanidad¨, manifestó AMLO.
Durante su discurso el presidente propuso acabar con la disyuntiva de adherirse a Estados Unidos – políticamente hablando – o de oponerse de forma defensiva: ¨Es tiempo de expresar y de explorar otra opción¨, dijo.
En ese sentido, manifestó que las condiciones actuales son inmejorables para alcanzar ese propósito y de formar una comunidad en la que se avance en conjunto y nadie quede atrás.
Al final de su mensaje, en frente de diplomáticos de 33 países, sostuvo que no debería descartarse la sustitución de la Organización de Estados Americanos por ¨un organismo verdaderamente autónomo, no lacayo de nadie¨.
Sin embargo, no descartó de la ecuación a Estados Unidos ni a Canadá siempre y cuando se dé bajo una integración económica con respeto a la soberanía.
AMLO, el faro de luz de Cuba
Ese apoyo discursivo se trasladó en acciones ya que esta semana se enviaron dos embarcaciones con ayuda humanitaria a Cuba, para abastecer con medicamentos, alimentos y combustibles con el objetivo de que se puedan atender las necesidades sanitarias que padece la Isla producto de la pandemia.
En su conferencia matutina de ayer, el mandatario confirmó este envío de ayuda humanitaria al país caribeño, el cual es el mayor apoyo que se ha dado a dicho país en décadas.
No obstante, la actual administración no es la primera que mantiene relaciones amistosas con Cuba, las últimas ayudas en momentos de desastres naturales que sacudieron a la Isla o algún otro momento las entregó el gobierno de Carlos Salinas de Gortari.
Los gobiernos del PAN (2000-2012) siempre mostraron su postura en contra del bloqueo económico, pero sin dejar de lado el enfoque estadounidense en exigencia de un cambio político.
Con la llegada de López Obrador al poder se creó la idea de que en Latinoamérica se crearía un bloque de gobiernos tachados con tintes de izquierda con el objetivo de hacer frente a las políticas neoliberales y expansionistas de Estados Unidos en América Latina.
Eso no ocurrió – ni ha ocurrido – al menos en el imaginario que se tenía. Por ejemplo, como el reforzamiento de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), organismo impulsado por expresidente venezolano Hugo Chávez.
Pero este discurso reabre esa idea de la unión de Estados Latinoamericanos de forma fraternal, algo que parece impensado por las grandes diferencias políticas/económicas que hay entre los gobiernos de cada nación.
Sin embargo, AMLO sentó un precedente de unión entre países de Latinoamérica en la búsqueda de disminuir la profunda desigualdad que hay en cada nación de la región, por lo que Estados Unidos observa con mucha atención.
¿Ayuda a la gente o al gobierno?
En la misma conferencia matutina, AMLO dio a conocer que ha tenido conversaciones con el presidente, Miguel Díaz-Canel y apuntó que mantienen buenas relaciones con la Isla.
Comentó que Díaz-Canel le explicó, por intermedio de una carta, la situación que atraviesa Cuba a causa del bloqueo, medida que calificó de ¨medieval e inhumana¨.
También manifestó su deseo de que Estados Unidos dé una respuesta positiva al levantamiento del bloqueo.
¨Podemos tener diferencias, pero no se puede condenar a un pueblo al hambre, a la enfermedad¨, señaló.
El bloque económico es una de las peores medidas que hoy mantienen vigencia en nuestra región y que influye mucho en la precariedad en la que está sumergida Cuba.
Pero condenar el embargo no puede opacar la otra perspectiva de que el país caribeño también sufre de un gobierno autoritario que reprime, y aprisiona a cualquier opositor.
Después podemos hablar de qué en otros países también ocurren acciones similares y no ¨generan indignación¨, pero no se puede negar que es necesario cambios políticos en Cuba porque el descontento y la indignación de cubanas y cubanos no es un mito, sino una realidad.
Ojalá el apoyo humanitario enviado por México ayude a controlar la crisis sanitaria que está sufriendo el país caribeño producto del incremento de los casos positivos de COVID-19, mientras que la vacunación parece estar estancada.
Pero esa ayuda también beneficia políticamente al régimen cubano a aplacar el descontento y a conseguir un poco de oxígeno ante las protestas. Entonces, tiene doble intención esta ayuda humanitaria.
Esta administración, que condena todo tipo de autoritarismo y violaciones a los Derechos Humanos, debe darse cuenta que puede condenar el bloqueo y la represión del gobierno cubano a su población sin perder congruencia, siempre por el beneficio de la gente.
El contenido presentado en este artículo es responsabilidad exclusiva del autor y no necesariamente representa la opinión del grupo editorial de Voces México.
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