Exceso de aforo y poco distanciamiento, así operan los restaurantes en CDMX

La pandemia atacó a muchos sectores de la economía de nuestro país, estrujándolas hasta situaciones críticas, por lo que buscaron numerosas formas de recuperarse del embate.

Fotografía: Cuartoscuro
Fotografía: Cuartoscuro

Michael González

Lectura: ( Palabras)

Es evidente que la pandemia nos impactó a todos, a algunos más y otros no tanto, pero en definitiva fuimos afectados de alguna u otra forma en lo individual, lo cual nos llevó a tomar decisiones determinantes para sobrellevar el golpe.

Igualmente ocurrió para los cientos de miles de negocios mercantiles que hay no sólo en la Ciudad de México, sino también en el resto de las entidades del país. 

De pequeños, pasando por medianos a grandes comercios (de distintos fines) pasaron por la misma situación, el confinamiento los dejó sin clientes que les compraran sus productos o servicios. 

Incluso, cuando se inició el regreso a la actividad económica gradual en gran parte del país no significó una recuperación inmediata porque todavía en la ciudadanía quedaba el miedo latente a contagiarse de COVID-19, en un momento en el que ni siquiera teníamos la certeza de cuándo tendríamos las vacunas disponibles. 

No fue sino meses después que estos comercios empezaron a ver una ligera mejoría en sus finanzas,aunque no al mismo nivel en la que estaban justo antes de la llegada de la pandemia.

Es por ello que algunos – o varios – de estos tomaron decisiones que iban en contra de las medidas sanitarias para prevenir la propagación de contagios de COVID-19 en un momento crítico de la pandemia en nuestro país, sólo con el propósito de salir de la crisis en que estaban sumergidos. 

Esto no pretende ser un ataque a los restaurantes, en este caso, capitalinos que incumplieron con las recomendaciones de las autoridades.

Sino para poner en contexto el comportamiento de comerciantes/población durante la epidemia y la permisividad de las autoridades. 

Aforos mayores a los permitidos y pocas medidas de sanidad 

Primero hay que poner en contexto las cosas. Hace poco más de un año las autoridades de la Ciudad de México publicó el Plan Ciudad Al Aire Libre, una serie de recomendaciones a los restaurantes para el regreso a sus actividades. 

Entre ellas se estableció como medida prioritaria que sólo se permitiera el acceso al 40% del restaurante, el cual no podía aumentarse por ningún motivo con el objetivo de mantener la sana distancia entre las y los clientes, y en ninguna mesa podía haber más de 4 personas.

Además, se sugirió que los restaurantes ubicados en avenidas primarias y secundarias utilizaran las banquetas para ubicar mesas al aire libre, siempre y cuando mantuvieran un espacio de dos metros libres para el paso peatonal.

Estas mesas ubicadas al aire libre debían de cumplir una serie de requisitos, como mantener una distancia de metro y medio entre unas y otras, dejar al menos libre un cajón de estacionamiento y no obstruir las coladeras 

Cada restaurante implementó medidas – que todavía persisten – como el registro de temperatura de los clientes, la entrega de gel antibacterial o disponían de un lavamanos para que pudiesen desinfectarse las manos, y se sanitizaba la mesa. 

Pero el límite del 40% del aforo impedía que los restaurantes se recuperaran pronto de la crisis, por eso empezaron a permitir la entrada a más personas, pese a que esto iba en contra de las recomendaciones. 

Un recorrido realizado por este medio en distintos restaurantes de las alcaldías Miguel Hidalgo, Benito Juárez y Álvaro Obregón se observó que muchos de los restaurantes de estas zonas operaban con casi el 100% del aforo y con nulo distanciamiento entre los comensales. 

También incumplen la distancia que deben dejar en las banquetas para el paso peatonal. 

Exceso de aforo y poco distanciamiento, así operan los restaurantes en CDMX
Fotografía: Archivo
Exceso de aforo y poco distanciamiento, así operan los restaurantes en CDMX
Fotografía: Archivo

¨No distinguía si estábamos en rojo o verde¨

Joaquín trabaja en un restaurante en la alcaldía Álvaro Obregón, muy cerca de la Avenida Insurgente Sur, y aseguró que durante los primeros meses del regreso a la actividad económica la situación estuvo ¨bastante complicada¨.

¨Iban pocas personas, el restaurante se la pasaba vacío y hubo veces en que no nos llamaban a trabajar¨, comentó.

Sin embargo, apuntó que desde finales del año pasado empezó a aumentar considerablemente la cantidad de personas que acudían al restaurante, y a varios de la zona, por lo que muchas de ellas empezaban a desesperarse mientras esperaban una mesa, entonces comenzaron a darles entrada pese a que violentaran el límite permitido. 

¨Ya yo no distinguía si estábamos en semáforo rojo o verde, casi siempre estábamos llenos hasta muy tarde¨, señaló Joaquín.

Un caso similar contó otro mesero de un restaurante de la zona, quien lo hizo bajo la condición de anonimato. 

Aseguró que dejaban entrar muchas más personas de lo permitido y que estas – lejos de espantarse por el incumplimiento de la sana distancia – comían, bebían y disfrutaban como si la pandemia se hubiese acabado al momento de pasar por la puerta. 

¨Uno si tiene que andar usando el cubrebocas y hasta guantes, pero creo que de poco servía si estábamos con el aforo lleno¨, dijo. 

Esto se nota al caminar entre los restaurantes de Polanco, especialmente los ubicados en la calle Presidente Masaryk y Polanquito, los cuales se les observa llenos, con poco distanciamiento y que dejan poco espacio en las banquetas para los peatones. 

En estos casos, el gel, la toma de temperatura o los tapetes para satinizar los zapatos son sólo medidas que dan la sensación de seguridad. Es importante que se cumpla la sana distancia para que estas medidas no sean inservibles. 

¿Se puede confiar en los restaurantes y bares?

Hay que tener en cuenta esto porque ocurría en un durante el momento más crítico de la pandemia en nuestro país, la tercera ola de contagios – la más virulenta de todas – y bajo la permisividad de las autoridades. 

Hoy en conferencia de prensa, las autoridades capitalinas anunciaron que la Ciudad de México regresaba a semáforo epidemiológico amarillo a partir del lunes y así se mantendrá durante las próximas dos semanas. 

Te puede interesar: CDMX camina a semáforo amarillo a partir del lunes

La jefa de gobierno, Claudia Sheinbaum, ante la pregunta de un periodista sobre qué haría con los comercios que incumplan las medidas sanitarias y de aforo, respondió que confía en los restauranteros y en la ciudadanía general. 

La mandataria capitalina confía en exceso en los restauranteros, quienes no deben ser sancionados porque esa medida afectaría más a las personas que trabajan allí, pero la situación sí amerita una supervisión constante para que se cumplan las reglas establecidas. 

Las autoridades deben velar por el bien de la sociedad, no pueden relegar sus responsabilidades porque ¨confían¨ en las personas. Ya vimos que esto no ocurre en todos los casos, por ello se debe trabajar con más atención para que no tengamos que arrepentirnos del incremento de casos de COVID-19.

Temas de interés:
Todas las columnas Otras noticias de

Deja un comentario

Lo que opinan nuestros lectores a la fecha