Hábitos semanales poderosos
Octavio Aguilar

Hazlo sencillo

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Este artículo es una especie de resumen que yo saqué de los hábitos que nos pueden ayudar a ser mejores personas, ciudadanos y profesionales…

Imagen: Freepik.
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Lectura: ( Palabras)

Hace un par de semanas concluyó mi suscripción a uno de los servicios de resúmenes de libros y audiolibros… y la verdad es que me siento muy satisfecho de saber que, en un año, escuché casi trecientos resúmenes de libros; desde biografías y memorias, hasta libros de historia y filosofía, varios clásicos (siempre vale la pena repasarlos), estilo de vida, marketing, productividad, psicología, política y hasta de deportes. Escuché una docena de libros completos, los mejores sin duda, fueron: del expresidente Barack Obama Una tierra prometida -narrado por él mismo-, El Principito de Antoine de Saint-Exupéry, y El arte de la Guerra de Sun Tzu, de los que siempre se aprende algo nuevo, entre otros.

De todo lo que he escuchado y seguiré escuchando, ya que renové mi suscripción, creo que lo más importante que he aprendido es que la gran mayoría de las personas que tienen o han tenido éxito, en cualquier quehacer humano, es que éstas tienen buenos hábitos.

De hecho, varios de los libros que escuché están relacionados con el tema. Uno de ellos, se encuentra entre los libros más leídos sobre el tema en el mundo, con más de cuatro millones de ejemplares vendidos: Hábitos atómicos de James Clear… Lo recomiendo ampliamente.

Pero no voy a hablar de ese libro o de otro en concreto, les quiero compartir una especie de resumen que yo saqué de los hábitos que nos pueden ayudar a ser mejores personas, mejores ciudadanos, mejores profesionales:

Nunca dejes de aprender. Siempre ponte como objetivo aprender algo nuevo todos los días o al menos cada semana. No puedes dejar que pase una semana sin haber aprendido algo nuevo. Se un aprendiz siempre. Siempre hay algo nuevo que aprender. Si el día está por concluir y crees que no aprendiste nada, pues date una vuelta al diccionario y aprende una nueva palabra, ve un atlas y apréndete la capital o el nombre de algún país, que ni siquiera sabias que existía; consulta un libro sobre arte y conoce vida y obras de un nuevo artista; visita un blog de ciencia; lee la biografía de algún personaje de la historia. Hay una serie de libros que se llama Grandes ideas, explicaciones sencillas de la editorial Dorling Kindersley / Penguin Random House, que es buenísima, para lograr esta meta.

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Registra tus aprendizajes. Es probable que en el corto plazo no todo lo que aprendas te resulte útil, pero en algún momento, como dice Steve Jobs, podrás juntar o unir los puntos, y decir “eso que aprendí en tal o cual lugar o momento, lo puedo usar ahora”.

Registra lo más relevante que hiciste. Con mucha frecuencia, por no decir diario, nos quedamos con la sensación de que el día se nos fue volando y no hicimos nada relevante o importante, es más de que no hicimos nada. Solo fluimos. Pues les puedo asegurar que eso es falso, la mayor parte de los días logramos cosas relevantes, el problema es que no las anotamos, no las registramos en nuestra agenda de papel o en la computadora o el celular. Se sorprenderán de todo lo que logran diariamente, si lo registran diariamente. Es un ejercicio que toma no más de cinco minutos y te permite, recordar lo que hiciste en el día y darte una buena palmada en la espalda por lo logrado.

Promueve entre tus amigos, familia y/o compañeros de trabajo una sana competencia sobre nuevos aprendizajes. Esto te mantendrá atento a querer aprender más y a ellos también. El intercambio de esta información les resultará útil a todos. Inclusive podrían “premiar” semanalmente a quien tuvo el aprendizaje más interesante o transcendente. Es como un club de libros en el que cada miembro del miso lee un libro diferente en un período determinado de tiempo y luego todos comparten lo relevante del libro leído.

Aprende a trabajar con prioridades. Siempre será imposible hacer todo lo que tenemos o queremos hacer. Así que hay que saber priorizar. ¿A qué le vas a dar tu energía, tu tiempo, tus recursos? Mi sugerencia, a partir de lo que escuché, he leído y visto que funciona, es que le dediques la mayor parte de tu tiempo a las cosas que contribuyen en mayor medida al logro de lo que quieres alcanzar. Quizás no son las tareas más fáciles o mas divertidas, pero son las que más te recompensarán tu esfuerzo. Delega, empodera a miembros de tu equipo, en el caso profesional, para que ellas/ellos lleven a cabo cosas que tu no tienes porque hacer.

Comunica lo que necesitas. Un hábito muy importante es saberte comunicar bien, esto no quiere decir que seas buen orador, sino un buen comunicador. No dejes que la gente “interprete tus silencios”. Si tienes algo que decir, dilo. Si quieres saber algo, como saber cómo va un proyecto, pregunta. Si necesitas ayuda de otros, pídela. Si tienes que decirle algo a alguien, díselo.

Organiza tu día por bloques de tareas. Dedica los primeros minutos del día a saber que harás en el día. ¿Qué quieres lograr al final del día?, ¿qué llamadas tienes que hacer?, ¿qué correos tienes que enviar?, ¿a qué reuniones tienes que asistir?, ¿qué pagos tienes que hacer?, ¿qué reporte tienes que elaborar y/o presentar?, etc. Pues cuando ya tengas todo claro, define las horas en las que harás cada una de ellas. Pueden planear en el día tres o cuatro bloques para atender correos, dos o tres bloques en el día para hacer llamadas, un bloque en el día para hacer pagos, etc. Esto esta muy comprobado que te hace mucho más efectivo en tus quehaceres.

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Tiempo para la creatividad y la innovación. Trata de tener al menos una vez a la semana tiempo para ti y para tu equipo para pensar “fuera de la caja”. Hay empresas que tienen muy institucionalizado este concepto y han obtenido logros impresionantes. Una sesión semanal de una hora de tormenta de ideas de cosas novedosas en relación con un producto o servicio que ya estamos ofreciendo o que podríamos ofrecer. En mi paso por Genommalab, este ejercicio que hacíamos todas las semanas entre todo el equipo directivo dio grandes resultados… todavía hay varios productos que salieron de esas sesiones de trabajo en 2006-2007, que siguen en el mercado.

Reconocimiento semanal. Un gran ejercicio o hábito es todas las semanas, antes de que termine la jornada laboral del viernes o sábado. Agradece a los colaboradores que consideras que hicieron un esfuerzo especialmente destacado en la semana. Los americanos tienen una expresión que me encanta “Quit Hits”. Hay que reconocer a la gente que ha tenido, aunque sea pequeños logros. Llegar a primera base en el beisbol no te garantiza que anotaras una carrera, pero ya superarse el 60/70% de posibilidades de que te poncharan en el Home Plate. Lograr una cita con un cliente difícil o importante no significa que ya le vendiste, pero ya tienes la cita. 

Retroalimentación. ¿A quién le vas a dar retroalimentación en la semana y a quién se la vas a pedir? Si queremos ser mejores personas y profesionales, tienes que pedir y dar retroalimentación constantemente sobre el desempeño de tus colaboradores, sobre tu desempeño; sobre tu relación personal.

Se disciplinado y accountable. Si dijiste que harías tal o cual cosa… hazla. Dese las cosas más sencillas como dejar de comer cierto alimento o bebida que no te hace bien o que afecta tu régimen, aunque te encante, hasta tener que hacer ese reporte que alucinas hacer. Si cumples con lo que dijiste que harías de forma constante, se te convertirá en un hábito que no te costará trabajo llevar a cabo. Estos dos últimos conceptos van de la mano y son dos de los hábitos más poderosos.

Pues ahí les dejo estos hábitos que les aseguro, si los llevan a la práctica, los convertirán en personas y profesionales mucho mejores, de lo que ya son.

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