Siempre que está por terminar el año, todos o la mayoría hacemos algún tipo de ejercicio para ver cómo cierra el ciclo, y si somos organizados también hacemos el ejercicio de discutir y planear lo que queremos alcanzar el siguiente año que está por comenzar.
Este ejercicio lo podemos hacer a nivel individual, con nuestra pareja, quizás con nuestros hijos, otras relaciones, y obviamente en nuestros negocios, empresas u organización en la que colaboramos.
Con frecuencia, cuando doy cursos o conferencias, me piden que ponga ejemplos concretos y útiles de cómo se aplica la filosofía y metodología hazlosencillo en el quehacer diario, y obviamente cuando me contrata una empresa me piden lo mismo.
Cuando hago estos talleres para empresas siempre hago un buen trabajo de investigación previo para tener la mayor cantidad posible de información sobre la misma, sus productos, servicios, etc. Me resulta casi indispensable hacerlo y la verdad es que lo disfruto mucho porque aprendo muchas cosas nuevas.
Desde comprar escobas, trapeadores, fibras, y saber usarlas. Puedo entonces platicar de la experiencia de compra, ¿cómo estaba el producto exhibido?, ¿si fue fácil localizarlo en la tienda?, ¿cómo se veía frente al de la competencia?, ¿si el personal de tienda me podía decir algo al respecto? Una pregunta que hice fue a una señorita que estaba en un supermercado (de esas que colocan los productos): “¿Cuál de las escobas me recomendaba?”; e incluso le hice la misma pregunta a una señora cliente que estaba al mismo tiempo que yo en la tienda… ¿qué me dicen las respuestas? Top of mind, nivel de conocimiento, posicionamiento, etc.

Lo mismo hago cuando una cadena de restaurantes me pide que le de un taller o curso. Visito el restaurante como “comprador secreto” sin que tenga un contrato para ello o hago un pedido en línea a través de alguna de las Apps de entrega a domicilio, de esa manera obtengo mucha información útil y valiosa.
Visito sus páginas de Internet y me meto a sus redes sociales. Pregunto por ahí y por allá qué saben la compañía.
Éste es el primer paso de la filosofía y metodología hazlosencillo, saber dónde estamos parados. Se sorprenderían de ver las caras de algunos de mis clientes o los auditorios cuando les cuento cómo me fue, ya sea muy bien o no tan bien. Cuando sucede lo segundo, con frecuencia encuentro resistencia, negación o búsqueda de culpables.
¿Hace cuándo no haces un buen análisis de dónde estás parado a nivel personal?, ¿tu salud física? ‒cómo te sientes de haberte hecho un check up completo‒, ¿cómo te sientes espiritual y religiosamente?, ¿cómo estás con tu pareja?, ¿con tus hijos?, ¿con tus papás?, ¿con tus hermanos, primos, etc.?, ¿cómo dirías qué es tu balance con tus amistades?, ¿estás satisfecho con lo hecho hasta ahora?, ¿de qué te sientes orgulloso?, ¿qué tienes que cambiar?, ¿qué te gustaría hacer en el corto, mediano y largo plazos en lo personal y en lo profesional?
Como se pueden imaginar, aquí hay mil preguntas que podemos y debemos hacer. Y a partir de nuestras respuestas, resulta necesario hacer un rápido y profundo proceso de planeación y ponernos a trabajar.

El propósito de hazlosencillo es simplificar todo para todos
Y exactamente hay que hacer lo mismo a nivel profesional. Para todos los efectos hacer lo propio para un equipo y una organización, de cualquier índole, y desde luego para cualquier empresa.
Así que, con las respuestas y siendo accountables, es realmente bien sencillo definir objetivos, planear y ejecutar. Les aseguro que no tienen que contratar a McKenzie para hacer esto.
De hecho, voy a hacer un pequeño anuncio, con el permiso de VocesMéxico. Los invito a tomar el programa de tres talleres (cuatro horas) que daremos en línea Alejandra Fosado, Enrique Torres y su servidor, que les ayudará a convertir el 2022 en el mejor año de su vida. Aquí la liga.
En la filosofía zen, que es un derivado de las enseñanzas budistas, una de las cosas que en lo personal más me gustan, es el concepto de que si quieres que entre a tu vida algo nuevo, tienes que soltar algo que ya tienes y no necesitas, o al menos dejaste de necesitar o en este momento ya no lo necesitas.
Aquí otro de los pilares de la filosofía y metodología hazlosencillo: soltar. A todos, sí a todos, nos sobra algo, ya sea en nuestra cabeza, nuestro corazón y hasta en nuestro estómago. A muchos nos sobran cosas físicas: ropa y zapatos; libros que no volveremos a leer y que sólo adornan nuestros libreros; cosas en la cocina, en la alacena; en cajones que hace meses o años que no hemos revisado. Peor aún, en bodegas que rentamos y donde tenemos guardadas cosas “por si se ofrecen” y llevan ahí años ‒y los ejemplos podrían seguir‒.

Esto mismo sucede en las empresas, bodegas y almacenes llenos de cosas que tienen años de no usarse, metros cuadrados utilizados de forma absurda, por desorden o descontrol.
Hacerlo sencillo en este pilar significa el ejercicio de decir de qué me puedo desprender y tratarlo de hacer de la manera más rápida posible. La idea de que voy a ganar mucho dinero vendiendo las cosas que tengo guardadas es una ilusión poco realista. Es mejor tener un peso en el bolsillo o haber donado esas cosas. Hoy en día encontramos muchas alternativas para deshacerse de lo que nos sobra individual y corporativamente, y al mismo tiempo mucha gente e instituciones necesitadas. Para mí la pandemia ha sido buenísima en ese sentido porque me he deshecho de un montón de cosas. Ahora mismo mientras escribo el artículo, estoy viendo cosas de las que me voy a deshacer a la brevedad.
El pilar más importante de la filosofía y metodología hazlosencillo es pensar cómo sirvo de forma más efectiva a los demás. Así que tengo que pensar en cómo diseño procesos, métodos y sistemas para que las cosas resulten sencillas para mis clientes y potenciales clientes. Entre más fácil y ágil sea tu proceso, más posibilidades tendrás de vender y vender más; este principio evidentemente aplica a nuestra vida personal. ¿Cómo puedo servir mejor a mi pareja, mis hijos, mis papás, mis seres queridos?
Estamos por cerrar el 2021, que ha sido un año “raro”, por lo menos para mí en lo profesional, así que tenemos unos días para hacer el ejercicio de ver dónde estamos parados; de analizar qué nos sobra, de ver qué necesito traer a mi vida; y ya habiendo liberado lo que sobra (me puedo comprar un nuevo par de zapatos siempre y cuando regale, done o venda otro par, o quizás dos), finalmente ver cómo le hago la vida más sencilla a los demás.
¡Mucho éxito!
El contenido presentado en este artículo es responsabilidad exclusiva del autor y no necesariamente representa la opinión del grupo editorial de Voces México.
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Hazlo sencillo!!cuanta sabiduría detrás de esta frase! 👌👌