Cuando los criminales son los enemigos personales del fiscal

Podemos estar de acuerdo o no a que se investiguen a los científicos, pero no se puede negar que el fiscal actúa en base a sus intereses personales.

Fotografía: Cuartoscuro
Fotografía: Cuartoscuro

Michael González

Lectura: ( Palabras)

El caso de los 31 científicos y exfuncionarios del Foro Consultivo Científico y Tecnológico (FCCyT) que pretende investigar la Fiscalía General de la República (FGR) causó una conmoción importante en redes sociales, medios de comunicación y hasta el mismo presidente, Andrés Manuel López Obrador. 

Como si no hubiera otros presuntos criminales más importantes para perseguir o casos que ameritan ser resueltos de forma oportuna – como el de Lozoya – para estar buscando que se encarcelen a 31 científicos.

Alejandro Gertz Manero, fiscal general ya había solicitado hace un mes una orden de aprehensión a estos 31 científicos en investigadores, pero un juez la negó.

Esta semana el fiscal general insistió nuevamente en encarcelar a este grupo de científicos en el penal de máxima seguridad de El Altiplano, pero nuevamente se les negó ya que el juez consideró que no hay pruebas suficientes para proceder penalmente. Aún así, la FGR pretende ir una tercera vez en contra de este grupo. 

Según dio a conocer el diario El Universal, la FGR acusa a los implicados de delincuencia organizada, lavado de dinero, peculado y uso ilícito de atribuciones y facultades. 

Que la misma Fiscalía General no pueda probar que quienes acusa cometieron un delito, o falta grave, y aún así persista en querer encarcelarlos ya nos deja mucho que desear del sistema de justicia de nuestro país, caracterizada por la impunidad y uso faccioso de las instituciones encargadas de garantizar la procuración de justicia. 

El caso generó mucha suspicacia entre quienes están a favor de encarcelar a los científicos y los que están en contra de la persecución. Tan es así que se politizó por completo, ahora quienes defienden la primera causa son fieles defensores de López Obrador y el segundo grupo no comparte su proyecto de gobierno

¿Corrupción?

Siguiendo la misma dinámica de las líneas anteriores, el grupo que está en favor de que se investiguen a estos científicos, entre ellos el mismo presidente, apelan de que el financiamiento público que recibe el FCCyT es un caso claro de corrupción

El FCCyT recibió $178 millones 557 mil 035 pesos durante 2014 y 2018, en ese tiempo generaron numerosos trabajos – con fichas bien resumidas, no mayores a 6 páginas – de gran valor informativo y datos duros.

El resto de los trabajos, en su mayoría, fueron reuniones y actividades de índole burocrática, como la presentación de los boletines en foros y demás de fines académicos/promocionales. Además de la publicación de la revista Forum.

Si lo que molesta es que las actividades personales de esto científicos son financiadas con recursos públicos, la misma indignación debería generarnos cuando pasa con políticos, quienes constantemente promocionan su imagen en todos los medios de comunicación con el dinero de nuestros impuestos.

En ese sentido valdría preguntarnos ¿el trabajo de quién es más importante para que se publique y promocione con el erario? Cada quién tendrá su punto de vista – el cual es respetable – pero pienso que la situación actual del mundo responde fácilmente a esa pregunta. 

Podemos decir que los recursos utilizados por el FCCyT son un exceso y que bien puede usarse para otros fines, sí, siempre y cuando ese dinero luego se destine a resolver causas estructurales de pobreza o desigualdad. Aunque como se las gasta este gobierno, seguramente vaya a parar a esos megaproyectos o la Guardia Nacional. 

En lo que sí podemos decir que sería una falta grave por parte de esta comunidad de científicos, es que el dinero se utilice en favor de producir investigaciones en favor del lobby empresarial, para que desde el Congreso se impulsen leyes vendidas como “avances científicos¨”, pero que, en realidad, benefician a la élite económica. 

¿Una venganza personal?

Otro de los puntos que se remarcan en este asunto es que Gertz busca cobrar venganza personal contra los 31 científicos que está acusando.

Quien presentó la denuncia a la FGR fue el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACYT), el cual hoy dirige María Elena Álvarez – Buylla, quien aprobó a Gertz como investigador de nivel III en el Sistema Nacional de Investigadores (SNI). 

Lo anterior generó indignación entre la comunidad científica, ya que anteriormente Gertz había intentado ingresar a este selecto grupo sin ningún éxito, puesto a que no tenía los méritos suficientes. 

El mismo escritor Guillermo Sheridan documentó que Gertz cometió plagio en la biografía de Guillermo Prieto, mismo documento que Álvarez – Buylla calificó de “obra notable”.

El presidente, Andrés Manuel López Obrador también se ensañó esta semana contra estos científicos diciendo que: ¨”el que nada debe, nada teme”.

Que curioso que no usó esas palabras cuando Irma Eréndira Sandoval, ex secretaria de la Función Pública, se negó a ser auditada por la ASF meses atrás

Esta claro que Gertz ha usado la FGR a su antojo, ya quedó claro con la reforma a la FGR que se aprobó este año – que el mismo propuso – en donde se deslinda de toda responsabilidad con las víctimas y mecanismos de desaparición y trata de personas. 

A fin de cuentas, cada quien decide qué bando apoyar, si a los científicos o a la trama de Gertz y Elena Álvarez, lo que parece inadmisible es que se usen los organismos de procuración de justicia con nulo principio de oportunidad.

Ojalá al fiscal le interese más, de una vez por todas, perseguir redes de pederastias, crimen organizado y demás delincuentes que dañan el tejido de la sociedad, en lugar de estar buscando cobrar ¨cuentas pendientes¨.  

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