Es interesante resaltar la juventud del máximo jerarca universitario hondureño de apenas 36 años, en tanto es un millenials que le apuesta al cambio generacional en la sociedad “catracha” y liderando los cambios educativos de la nación centroamericana.
Creo que es justamente ante estos sucesos cuando parecen “aflorar” los sentimientos de solidaridad y empatía.
La “ceguera” ideológica es la que ha acentuado esta crisis de representatividad, convirtiendo a la clase política de nuestro subcontinente en rehenes de falsas ilusiones de mesianismo.
“La mujer realmente bella es aquella que manifiesta una congruencia entre su belleza natural y su conducta virtuosa”.
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