Francisco y la revolución del servicio
Manfredo Martínez

Sociedades del Siglo XXI

94 opiniones • veces leído

Creo que el mundo necesita de muchos franciscos que destilen carisma para poder tender puentes y acercar posiciones en medio de un planeta conmovido por la confrontación a lo interno de los países (enfrentamientos sociopolíticos…

Lectura: ( Palabras)

Panamá se ha convertido del 23 al 27 de este mes en el primer país centroamericano en recibir la visita del pontífice argentino Jorge Mario Bergoglio “Francisco”, en un contexto regional marcado por una ola de sobresaltos de alcance global (la violencia venezolana a raíz de la inédita situación sociopolítica de “tener” dos presidentes de gobierno en la escena pública; y, el drama migratorio que se vive en territorio mexicano a raíz de la “huida” de miles de centroamericanos, producto de la falta de oportunidades laborales consistentes y de la violencia que aún impera en los tres países del triángulo norte de la región; y, su arribo a la nación azteca). En estas actividades el Papa ha insistido en la “revolución del servicio” para “desbaratar los grandes poderes de este mundo”, ante unas 200,000 jóvenes de al menos 150 países. La visita la ha realizado el líder jesuita en el contexto de la tercera Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) que se organiza bajo su pontificado.

Para empezar, creo que el mundo necesita de muchos franciscos que destilen carisma para poder tender puentes y acercar posiciones en medio de un planeta conmovido por la confrontación a lo interno de los países (enfrentamientos sociopolíticos, religiosos, etc.); y, a lo externo (la gestión de los problemas de terceros países desde la visión de las potencias hegemónicas, violando de esa manera el principio universal de “no intervención” en los asuntos nacionales).

Pienso que la visita apostólica del líder católico obedece a la necesidad de “visibilizar” y ensanchar la esperanza en una región centroamericana que ha sufrido los embates de una violencia “desenfrenada” en los últimos años, así como la marcada división sociopolítica que ha polarizado a los habitantes de naciones como Honduras, Guatemala, el Salvador y Nicaragua.

Papa
Francisco durante su visita a Panamá (Foto: EFE).

Indiscutiblemente, la llamada a la revolución del servicio que hace el jerarca católico busca la recomposición de las relaciones sociales y con ello quiere comunicar la idea del servir como una máxima a la que debe aspirar la humanidad, para “entender” las necesidades del “otro”, para buscar entonces soluciones consensuadas a las grandes adversidades locales y globales que nos aquejan.

En segunda instancia, pienso que Francisco, con esta idea del servicio, busca proyectar la idea del servir como una herramienta verdaderamente fraterna, que contribuye a “ponerse” en los “zapatos del otro” (es decir, ser empático con el prójimo como premisa básica de partida para ensanchar los espacios tendientes a la construcción de una verdadera justicia, que reduzca la inequidad y potencie la integración social en las más variadas esferas de la vida social), para “quebrar” de esa manera todas aquellas “viejas” tradiciones de estigmatización hacia las sociedades marginadas, evitándoles en consecuencia los accesos al liderazgo de los espacios públicos y privados (lo cual, invariablemente, perpetúa la desigualdad, debido a que entonces la visión prevaleciente sobre el estado de cosas es “sesgada”, a raíz de la imposición de una única realidad, la cual sólo es posible en la mente de aquellos en condiciones de poder).

En definitiva, la presencia en centroamérica del Papa que buscó desde sus inicios una “iglesia pobre para los pobres” (lo que humanamente quizás lo identifica con las situaciones de sobriedad y moderada escala social, a raíz de haber nacido en una barriada de la capital argentina), se convierte en sí mismo en un claro y decidido respaldo a la gestión gubernamental de estos países para buscar, por una parte, las medidas apropiadas para “cortar” las raíces generadoras de desigualdad; y, por otra parte, un llamado de atención a los líderes americanos y globales hacia una corresponsabilidad compartida en la solución de los grandes “males” sociales que obligan a las personas emigrar. Ello implica, poner los estados-naciones al servicio de los ideales de justicia e igualdad, mismos que pueden conseguirse a través de la tolerancia y la apertura, además de con el empoderamiento de las capacidades del “otro”.

Más columnas del autor:
Todas las columnas Columnas de

3 respuestas a “Francisco y la revolución del servicio”

  1. La corresponsabilidad, engrandece a cada nación y si tomamos como guía los mensajes del papa Francisco, tendríamos un mundo diferente con convicciones de pecados y arrepentimiento marcarnos la diferencia…

Deja un comentario

Lo que opinan nuestros lectores a la fecha

Más de

Voces México