Todo en la vida es posible mirarlo con la profundidad que nuestra categoría de seres humanos nos da. Esto nos permite reconocer que a veces aplicamos nuestras habilidades a favor, pero en muchas otras nos confundimos y las usamos en contra.
En efecto, nuestra cualidad de humanos nos permite imaginar realidades diferentes a la existentes. Esta habilidad es la causante de inventos, descubrimientos, composiciones, aventuras, desarrollos, etcétera. Sin embargo, también puede producir sufrimiento cuando la separamos de lo que el mundo y los otros son capaces de dar. De aquí la importancia de aprender a percibir, analizar, reflexionar, discernir y actuar correctamente para llevar nuestra existencia por el camino que en realidad deseamos, así como garantizar paz y felicidad interna.
Percibir
Darse cuenta de todo lo que sucede externa e internamente es una tarea de suyo imposible cuando se piensa en la totalidad; sin embargo, es una habilidad que puede y debe incrementarse cada vez más para estar presente en el mundo de forma consciente y aceptar lo que es y está para diferenciarlo de lo que se desea, pero no existe.
Analizar
Consiste en distinguir y separar para mirar con detalle el mayor número de elementos dados en un acontecimiento determinado.
Reflexionar
Implica pensar atenta y detenidamente los elementos anteriormente analizados de forma individual y en conjunto para comprender mejor la realidad.

Discernir
Es la tarea de entender con claridad los acontecimientos previamente percibidos, analizados y reflexionados para responder de la mejor manera posible.
Actuar
Es la respuesta a la realidad percibida. Esta última siempre está presente, de forma consciente o inconsciente; sin embargo, los pasos intermedios: analizar, reflexionar y discernir pueden no estar o haberse llevado de forma rápida y superficial. Si bien, el seguir juiciosamente todos los pasos puede llevar a equivocaciones, el no considerarlos o el no darse el tiempo suficiente incrementa la posibilidad de cometer de errores.
Cometer errores es una constante en la vida humana. Algo que disgusta porque afecta la imagen que se tiene de uno mismo y también asusta por las consecuencias que puede atraer. Ambas condiciones impiden aceptar en libertad la propia realidad y asumir responsablemente la relación que se establece con ella.
Por lo mismo, es fundamental para disfrutar de una vida de calidad reconocer la posibilidad de errar, aceptar cuando se comenten, actuar responsablemente, aprender de la experiencia dejar la vivencia en el pasado, y disponerse a una existencia renovada por el aprendizaje.
Reconocer la posibilidad de errar
Errar es una posibilidad que siempre estará en el horizonte por la condición limitada, lábil y confusa que también forma parte de la realidad humana.
Aceptar el error
Asumir el error de ninguna manera disminuye a la persona, por el contrario, la engrandece, la empodera, la humaniza y le da la oportunidad de corregirlo.

Actuar responsablemente
Responder por los actos cometidos enaltece a la persona, restaura los daños ocasionados, sana las heridas causadas y restituye las relaciones afectadas.
Aprender de la experiencia
Aprender del error permite reconocer los alcances destructivos de la propia realidad para evitar repetirlos y causar nuevos daños propios y ajenos.
Dejar la vivencia en el pasado
Aquello que ya pasó, ya no está y no hay forma de modificarlo, quedarse en el pasado impide vivir el presente y actuar asertivamente en él; por ello, es fundamental soltarlo.
Disponerse a una existencia renovada
Vivir creativa, consciente y esperanzadamente es una decisión que se toma todos los días de la vida. Experiencia que se logra con la certeza de lo aprendido, la confianza en la capacidad tanto propia como ajena, la voluntad de hacer el mejor esfuerzo y la decisión de ser feliz un día a la vez.
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