Debo reconocer que el tema de la futurología, megatendencias, prospectiva y todo lo que tiene que ver, a partir de datos duros, sobre el futuro, me interesa mucho y por ello leo lo que se me aparece al respecto y siempre estoy investigando qué hay nuevo en relación con el tema.
En esta ocasión quiero compartir con ustedes el resumen de un espléndido libro escrito por tres directores de McKinsey & Company: Richard Dobbs, James Manyika y Jonathan Woetzel, en su libro No Ordinary Disruption. Los autores hablan de cuatro grandes fuerzas que están rediseñando el mundo en el que vivimos, y que inclusive estas fuerzas están destruyendo o cambiando muchas tendencias.
El libro se escribió años antes de la pandemia, pero verán cómo mucho de lo que aquí se plantea ya está sucediendo. Si bien es cierto que la pandemia nos trajo cosas malas, también nos ha traído cosas buenas y una de ellas es que aquello que iba a suceder, tarde o temprano, en muchos ámbitos, ya sucedió o está sucediendo. Nos adelantamos, en términos tecnológicos, por ejemplo, entre diez y treinta años, según del tema del que estemos hablando.
Los autores inician diciendo que el sistema operativo de la economía mundial se está reescribiendo y por ello los países, las empresas, cualquier tipo de organización, y los líderes, se tienen que ajustar a esta nueva realidad.
A nivel de introducción nos señalan que la Revolución Industrial de finales del siglo XVIII y principios del XIX tenía sólo una gran fuerza que cambió muchas cosas, pero que hoy el mundo está viviendo una transformación mucho más profunda y dramática, ya que son cuatro las grandes fuerzas disruptivas (alucino la palabra) que se están presentando hoy en día y por ello, comparada con la Revolución Industrial, este cambio está sucediendo 10 veces más rápido, 300 veces en escala, y con un impacto que es 3,000 veces superior al de la Revolución Industrial.
Y si bien todos sabemos que se están dando estos cambios, vemos cómo estas fuerzas están cambiando el mundo. El nivel de respuesta a sus impactos está siendo casi imposible procesarlo, pues cuando viene la primera ola y nos estamos adaptando, surge la segunda ola de cambios, y así sucesivamente con olas que nunca terminan. La suma de estas cuatro fuerzas está produciendo cambios monumentales por su influencia, su magnitud y su poder (strength).
Las cuatro grandes fuerzas son: la urbanización, los acelerados cambios tecnológicos, responder a los desafíos del envejecimiento (cambios demográficos de todo tipo) y grandes conexiones globales en comercio, gente, finanzas y datos e información.
La era de la urbanización. La primera gran tendencia es el cambio que se está viviendo en todo el mundo de lo local a lo global, y esto es pasar de lo rural a lo urbano. Asimismo, la transferencia de muchas actividades económicas y su dinamismo a mercados emergentes como China y obviamente a ciudades en esos mercados.
Apenas en el año 2000, 95% de las 500 empresas de The Fortune Global 500 tenían su caza matriz en países desarrollados. Para el año 2025, por sólo citar un ejemplo, será la casa de más corporaciones en esta lista que Estados Unidos o Europa en su conjunto. Según los autores, se estima que la mitad de las más grandes empresas del mundo (empresas con utilidades superiores a los mil millones de dólares) tendrán su sede corporativa en un mercado o país emergente.
Un alto ejecutivo del Deutsche Bank lo explica de forma sencilla: “el gran crecimiento mundial está ahora en Asia, Latinoamérica y el Medio Oriente, ya no en Frankfurt o cualquier capital europea”.
La población urbana, continúan los autores, ha crecido en promedio en 65 millones de personas por año en las últimas tres décadas. La mayor parte de ellas en países o economías en desarrollo. Aproximadamente la mitad de todo el crecimiento del PIB mundial entre 2010 y 2025 vendrá de 440 ciudades de mercados emergentes. Ciudades pequeñas y medianas que la mayor parte de los habitantes del planeta nunca hemos oído hablar de ellas.
Todo mundo ha escuchado hablar de Mumbai, ¿pero qué tal Hsinchu en el norte de Taiwán?, ¿o Santa Catarina en Brasil?, ¿o Tianjin ubicada a 120 kilómetros de Beijing?
Para dimensionar este tema tomemos Tianjin como ejemplo. En el 2010 Tianjin y Estocolmo tenían un PIB muy parecido de 130 mil millones de dólares, para el 2025, Tianjin tendrá el PIB de todo Suecia, es decir, alrededor de 625 mil millones de dólares.
Acelerados cambios tecnológicos. La velocidad, la escala, la amplitud y el impacto económico de los cambios tecnológicos que estamos viviendo son apenas dimensionables, según los autores. Baste recordar que pasaron más de 50 años para que la mitad de los hogares americanos tuvieran un teléfono en su casa desde que se inventó, mientras que entre el 2009 y el 2014 se pasó de 150,000 a 1,200,000 aplicaciones para el iPhone. Y en ese mismo período, 75 mil millones de Apps han sido bajadas, esto es, poco más de 10 por cada habitante del planeta.
La innovación tecnológica se ha multiplicado y desplazado a una velocidad en los años recientes, más allá de la capacidad o el poder que la intuición humana podía anticipar… y lo que falta (nota mía).
El poder del procesamiento y la conectividad son sólo dos partes de la historia. Su impacto se multiplica por la revolución del uso de los datos, que pone a nuestra disposición cantidades de información sin precedentes. Además, tenemos la proliferación de modelos de negocio basados en la tecnología, desde plataformas de venta en línea tipo Alibaba o Amazon, hasta Apps para car-hailing como Uber o Didi.
La accesibilidad que da la tecnología a masas de gente permitirá que muchas más personas se beneficien, y esto acortará las distancias sociales y económicas en el mediano plazo. Hace apenas veinte años menos del 3% de la población del mundo tenía un teléfono celular, hoy dos terceras partes lo hacen y una tercera parte de la población mundial hoy tiene acceso a Internet.
El furioso ritmo de la adopción de la tecnología y la innovación está reduciendo el ciclo de vida de las empresas y forzando a sus ejecutivos para tomar decisiones y comprometer recursos mucho más rápido.
Como ven, estas dos fuerzas son extremadamente importantes e interesantes, así que los dejo con una pregunta: tú persona, tu empresa, tu organización, ¿qué estás haciendo para adaptarte a lo que ya está sucediendo en estos dos ámbitos?
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Me quede picado la segunda part estará buenísima de seguro … muy buena articulo con fundamentos próximos y lejanos gracias.
Muchas gracias Victor. Te aseguro que estará muy interesante.