El jueves pasado algunos senadores del Partido Acción Nacional (PAN) se reunieron con Santiago Abascal, presidente del partido de extrema derecha español VOX para firmar la carta del Foro de Madrid.
Más de la mitad de los senadores panistas (13 de 25) asistieron a la reunión con Abascal – muchos de ellos identificados con el grupo de ultraderecha El Yunque – quien vino a promover en México el Foro de Madrid, la contraparte del de São Paulo (integrado por organismos y partidos de izquierda), para luchar contra el ¨avance del comunismo¨ en lo que ellos llaman la Iberosfera.
Y sí, si usted busca el significado de la Iberosfera no lo encontrará en ningún lado, porque es un término inventado por el mismo Abascal para hacer referencia a los países en que su partido busca tener influencia, principalmente, en América Latina.
Quien organizó este mitin fue el senador veracruzano Julem Rementería, quien aseguró que la reunión no se trataba de una alianza con VOX, sino a título personal de las senadoras y senadores que asistieron.
La senadora Lilly Téllez, quien llegó a su cargo con Morena y después se cambió a Acción Nacional, justificó su decisión de firmar la carta de Madrid afirmando que sólo se trata de un contrapeso al Foro de São Paulo. Además, agregó que detesta lo extremismos y defiende la libertad y democracia.
Sin embargo, muchos otros legisladores panistas se deslindaron de la reunión con Santiago Abascal y aseguraron que la ideología de VOX no representa al del Partido Acción Nacional.
El mismo presidente, Andrés Manuel López Obrador, reprobó la visita del dirigente de VOX y refirió que esa es la verdadera ideología del PAN, la cual calificó de ser ¨fascista¨.
La jefa de gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum también criticó la reunión de los legisladores de Acción Nacional con Abascal.
¨Ahora sí que fuera máscaras, la derecha de la derecha de la derecha. El tema es que su posición es muy antidemocrática, fascista, clasista, racista¨, dijo.
¿La alianza con VOX será efectiva?
Ya que la visita de Santiago Abascal causó una división dentro de las filas del PAN, entre quienes coinciden y disienten con las políticas de VOX, habría que preguntarse si la alianza con la ultraderecha española es benéfica de cara a 2024.
Acción Nacional es, de acuerdo con los resultados de la elección intermedia del pasado 6 de junio, el principal partido de oposición en México, por delante del PRI y PRD, respectivamente.
Es decir que sobre sus hombros pesa los deseos de millones de mexicanas y mexicanos que están en contra del gobierno de Andrés Manuel López Obrador, una responsabilidad para nada menor.
Pese a ello, aún están muy lejos de Morena. El partido en el gobierno les sacó casi el doble de votos y sólo ganó dos de las 15 gubernaturas en disputa en las últimas elecciones. Por ese lado tienen mucho por hacer.
Que la principal fuerza opositora de nuestro país se junte con un partido extranjero de ideas racistas, xenófobas, homofóbicas y clasistas, entre otras, es la clara muestra de que no entienden la diversidad del país que pretenden gobernar.
Porque para quienes todavía se afanan de defender a Santiago Abascal, deben de escuchar sus nefastas declaraciones sobre distintos temas de la política y el derecho.
Abascal se ha mostrado en favor de suprimir las leyes de protección a la mujer, de construir un muro en la frontera de España con el continente africano, de expulsar y eliminar el acceso a servicios de salud a los migrantes no regularizados y muchas otras medidas que atentan contra la humanidad.
En ese sentido, tiene razón López Obrador al decirles que están: ¨moralmente derrotados¨, unirse con la extrema derecha no los mostrará como defensores de la democracia, sino protectores de valores conservadores que ya no forman parte de nuestra sociedad.
La necesidad de una verdadera oposición
La firma de un simple documento contra el comunismo habla mucho más de quienes lo firman de lo que hace para cambiarle la vida a las personas, es un hombre de paja que poco aporta a la discusión política de nuestra actualidad.
Ya no estamos en épocas de Guerra Fría en que hay un bando capitalista y otro comunista, el presente es mucho más complejo que eso.
Para un momento crucial de la vida pública de nuestro país es necesario una oposición cercana a la gente y de sus intereses, no a los de una minoría elitista y a una serie de valores conservadores que van en contra de la libertad de grupos oprimidos.
Si no quieren llevarse otra ¨sorpresa¨ en 2024 deberían empezar por dejar de lado las alianzas con personajes y partidos retrogradas, porque lo que hacen es darle la razón a López Obrador cuando los califica de ¨conservadores¨.
Dejar de firmar cartas inservibles y empezar a ganarse la voluntad de la gente en las calles, casa por casa, entendiendo y empatizando con sus necesidades, no intentando resolverlas desde el privilegio de no pasar por esas dificultades.
Si no corrigen el rumbo ahora, estarán destinados a seguirse preguntando porqué, a pesar de la mayor crisis económica y sanitaria de la historia de nuestro país, AMLO sigue manteniendo una simpatía en la población por encima del 60%.
Hablando de fuera máscaras
Ya que estamos hablando de sacarse las máscaras y mostrar la verdadera ideología de cada uno, también cabe eso para López Obrador y a su partido Morena.
No olvidemos que el partido en el gobierno hizo alianza, no sólo en una ocasión, sino dos veces con el partido equivalente a VOX en México el extinto Partido Encuentro Solidario (PES).
El antes Partido Encuentro Social, una organización religiosa ultraconservadora formó parte del llamado ¨partido de izquierda¨ mexicano, una muestra de la incongruencia política de Morena y sus coqueteos con el conservadurismo.
No sólo eso, sino que invitan a presidentes autoritarios como Nicolás Maduro, quien tiene infinitas denuncias de violaciones de derechos humanos ante la ONU por reprimir brutalmente protestas pacíficas con la fuerza militar.
Actos similares que perpetuó el régimen priista y que todavía son recordados en las conferencias matutinas como uno de los mayores delitos del Estado mexicano – que sí lo son – pero no son calificados ni condenados con la misma fuerza cuando los comete el gobierno venezolano en contra de su pueblo.
Además, no olvidemos que el presidente, que presume ser un defensor de los derechos de las mujeres, no dudó ni un instante proteger a su amigo Félix Salgado Macedonio, acusado formalmente de abusar sexualmente a una mujer, señalando que las acusaciones en su contra eran infundadas.
La administración de López Obrador también debería aplicar un ¨fuera máscaras¨, dentro de sus filas, porque quizás encontrarán ultraconservadores disfrazados de progresistas, o demócratas disfrazados de autoritarios que coquetean con el totalitarismo militar.
El contenido presentado en este artículo es responsabilidad exclusiva del autor y no necesariamente representa la opinión del grupo editorial de Voces México.
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