Llegué a Madrid con la idea de que en este país no vería fraudes electorales, grandes crisis económicas o una corrupción sistémica.
Si se diera el caso que la votación fuera dividida a la mitad, es decir cinco ministros a favor y cinco en contra, y el voto de calidad le correspondiera a él mismo, ¿hacia dónde inclinaría la vara de la justicia?
Nuestros gobernantes no pueden ser niños pero si pueden rescatar mucho de lo bueno de ser uno. Que estén abiertos a escuchar, a aprender y a tener las ganas de construir un mundo mágico para todos.
Si bien las preferencias de Morena han bajado, sigue al frente de las encuestas, desde luego ya no con el margen tan alto que llegó a tener.
El tiempo avanza y nuevos educandos ya perdieron el ciclo escolar, pero la mentira se utilizará para otorgar aprobaciones sin seriedad.
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