Mediante la llamada cultura de la cancelación se abren espacios para hacer militancia, sobre todo, en redes sociales.
En México estamos muy habituados, a las imágenes devocionales omnipresentes y que no necesariamente deben cumplir con un canon formal, corrección anatómica o cosas por el estilo.
La tallerista nos preguntó si queríamos bordar, todxs abrimos los ojos, unas con miedo, otras con gusto porque tienen experiencia.
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