Cuando importa más la imagen que las vidas en el caso de la Línea 12 del Metro

Personajes importantes del gobierno de México respondieron inmediatamente a una investigación del New York Times sobre la tragedia de la Línea 12 del Metro.

Fotografía: Cuartoscuro
Fotografía: Cuartoscuro

Michael González

Lectura: ( Palabras)

El periódico New York Times publicó este domingo una investigación respecto a la tragedia de la Línea 12 del Metro de la Ciudad de México donde fallecieron 26 personas.

El diario neoyorquino apunta al secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard y el empresario Carlos Slim como los principales responsables del desplome.

Para el reportaje, explican las y los autores, tomaron miles de fotografías del lugar y las compartieron con ingenieros expertos en el tema en busca de una explicación, quienes llegaron a una misma conclusión.

¨Los pernos metálicos que eran cruciales para la solidez del viaducto – y que servían como base de toda la estructura – parecen haber fallado debido a una soldadura deficiente, falla grave que probablemente causó el choque¨.

Los expertos consultados por el NYT indican que ¨una soldadura de buena calidad no habría fallado de ese modo¨.

Igualmente, el diario estadounidense apunta que revisó miles de páginas de documentos internos gubernamentales y corporativos en donde encontraron numerosas advertencias y alertas de seguridad antes del desplome.

Concluyen que hubo irregularidades en la construcción de la Línea 12 del Metro capitalino y fue inaugurada apresuradamente previo a la culminación del mandato de Marcelo Ebrard como jefe de gobierno (2006-2012).

El único nombre previsible que no fue mencionado en el texto, y quizás habría sido pertinente incluirlo, fue el del anterior jefe de gobierno de la Ciudad de México, Miguel Ángel Mancera, por su responsabilidad en mantenimiento de la obra tras el sismo de 2017. 

El reportaje del NYT es la primera explicación técnica coherente que recibimos las ciudadanas y ciudadanos sobre lo que ocurrió en la tragedia del metro. Luego de que las autoridades, tanto del Metro como del gobierno capitalino, decidieran dar esa responsabilidad a los peritajes.

Respuestas inmediatas 

La jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, respondió al New York Times, desprestigiando la investigación por provenir de un ¨medio que ha buscado confrontar a la cuarta transformación¨.

Indicó que para su gobierno lo más importante es atender integralmente a las víctimas de la tragedia, pero que las sanciones corresponden a otras instancias

Por último, sentencia: ¨ ¿Habría que preguntarse qué intereses no esclarecidos están detrás de este artículo? ¨.

Uno de los señalados de la investigación, Marcelo Ebrard compartió una extensa carta de unas respuestas oficiales que el New York Times le hizo respecto a la investigación. 

El titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores sólo se limitó a decir que esperará los resultados del peritaje los próximos días para poder dar su valoraciones técnicas e intencionalidad política del tema. 

Este tipo de respuestas llevan la misma lógica de Palacio Nacional, acusar siempre al emisor del mensaje de tener la intencionalidad de golpetearlos políticamente.

Bajo esa lógica ellos siempre son las víctimas de los ataques políticos que derivan de las investigaciones de cualquier medio de comunicación, pese a que tienen una clara responsabilidad en una tragedia que terminó con la vida de 27 personas. 

Sus inmediatas respuestas para ¨esclarecer¨ lo publicado por el NYT no es una muestra más que sólo les interesa quedar bien ante la opinión pública y que sus figuras sigan siendo respetadas.

Ya no importa atender a las familias de las víctimas – a quienes tardaron más de una semana en entregarle los apoyos económicos – agilizar una reparación exhaustiva de una vía vital del transporte público para las personas del sur de la Ciudad de México. 

Se buscan responsables

Parece que, si uno quiere respuestas rápidas sobre algo que ocurre en el país, o a la interna del gobierno mexicano, debe de publicarse en un medio de comunicación para que salgan todos a desmentirlos y ofrecer una declaración pública. 

Así ha sido las últimas semanas, múltiples respuestas a los medios de comunicación por medio de cartas, donde no queda claro si las verdaderas víctimas de las tragedias son ellos – porque se caen a pedazos sus aceptaciones– o las personas que fallecieron y aquellos que perdieron a un ser querido. 

Quizá, cuando toca buscar responsables en el gobierno capitalino no se mira al espejo y se acepta que se cometió un error, vamos, sería lo último que harían, cuando la evidencia es tan clara que no puedan ofrecer otra versión. 

Porque que en menos de 6 meses se haya incendiado el metro, y haya ocurrido un desplome – ambas tragedias con víctimas mortales – habla de la desatención a este servicio de transporte.

Como diría la jefa de gobierno: ¨¿Habría que preguntarse qué intereses no esclarecidos hay detrás de mantener a la directora del metro, Florencia Serranía?¨, sobre quien pesan tres desastres en el Metro: el choque de trenes en la estación Tacubaya, el 10 de marzo de 2020 con saldo de un muerto y 41 heridos; el incendio en el centro de comando el 9 de enero pasado con una policía muerta, y el desplome de un tramo elevado de la Línea 12, con el saldo de 26 muertos y más de 90 heridos, el 3 de mayo pasado.

No puede ser posible que ya pasó más de un mes y no haya una versión de lo que ocurrió ¿por qué se tarda tanto tiempo?, si tanto les interesara esclarecer la tragedia para libarse de la responsabilidad, ya los documentos del peritaje debían hacerse públicos hace ya un tiempo, pero no. 

No puede ser que un gobierno esté tan ensimismado en que su imagen quede bien previo o posterior unas elecciones para que sigan manteniéndose en el poder, no puede ser que les importe tan poco la gente, es inverosímil que les importe tan poco la vida de la gente. 

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