Cuando la vida te sacude o tú sacudes a tu vida
Shulamit Graber Dubovoy

Nada humano me es ajeno

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Puedes ir por la vida fingiendo que tu taza está llena de virtudes, pero cuando la vida te empuje vas a derramar lo que en realidad tengas en tu interior.

Imagen: DocPlayer.
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Lectura: ( Palabras)

En esta ocasión no podría dejar a un lado el compartirles que, desde la tradición judía, la semana pasada, culminó otro año más, cerramos un ciclo que ha sido complejo y lleno de retos, aprendizajes, pero también para muchos de pérdidas y cambios profundos y significativos; podría decir que este año marcó una “nueva era” en nuestra vida. Nada volverá a ser igual, pero siempre habrá formas de resignificar nuestras vivencias y de reinventarnos. Es por ello que hoy les deseo a todos ustedes que me leen, amigos, familia, colegas, y comunidad, un año lleno de salud, paz, armonía, mucho amor y dulzura. No olvidemos que todos los inicios implican una renovación y por ello una nueva oportunidad.

Los invito a hacer un alto en el camino para reflexionar juntos en dónde estamos y hacia dónde vamos, a valorar todas y cada una de nuestras capacidades, a cuidar nuestra salud, a estar atentos a todo lo que la vida tiene para nosotros y a no dejar pasar las oportunidades que día a día nos brinda cada ciclo. Hay que saber sumar buenos momentos, con la conciencia de que afilar la mente y nutrir el alma es una forma de trascender.

Aprendamos de la experiencia y pongamos el corazón en todo lo que hacemos.

Pero lo más interesante de esta tradición judía del año nuevo, Rosh Hashaná, es que una semana después viene el día del perdón, Yom Kippur, conocido también como el día del ayuno, y la tradición consiste en que en esta semana nos estamos preparando para llegar a este día que será el próximo miércoles. Y ¿en qué consiste esta preparación? En un ejercicio de reflexión profundo e intenso para llegar al día del ayuno y pedirle a Dios que nos inscriba de nuevo en “El Libro de la vida”, pidiéndole perdón por nuestros pecados y por ello ayunamos para tener una mayor conexión con nosotros mismos. La costumbre es que en esta semana debemos perdonar y ser perdonados. Perdonar a quien nos hayamos ofendido o tratado mal y de igual manera ser perdonados por haber hecho algo voluntaria o involuntariamente que lastimó o perjudicó a alguien.

día del perdón, yom kippur, cuerno
Imagen: Pinterest.

El perdón, tan debatido concepto, está siempre presente en las relaciones humanas y aún más debiera estarlo en la relación con uno mismo. A través de la reflexión es cuando entablamos un diálogo con nosotros mismos, adquiriendo conciencia de la necesidad de perdonar y, por consiguiente, de perdonarnos.

Con ello logramos aliviar nuestro pesar y las cargas y resentimientos con los demás; todo esto indispensable para nuestra salud física, emocional y espiritual. Es importante, por lo tanto, recordar que es un acto libre, justo, amoroso y responsable.

No podemos presionar o exigir a los demás que perdonen; Kippur es por consiguiente un acto de reflexión interna que hará que alcancemos la claridad suficiente para poder discernir qué es lo que quiero perdonar, por qué quiero hacerlo,y de qué forma elijo llevarlo a cabo; es una bella forma de reconocer nuestra falta y de querer repararla.

De igual forma, también el ofensor requiere tener una visión clara sobre lo que ha de ser perdonado.

abrazo, día del perdón
Imagen: The Heaton File.

Deseo que en ese día, todos logremos alcanzar con serenidad esa plenitud necesaria para poder escuchar y descifrar el silencio de nuestro mundo interior.

Y aquí te dejo una metáfora sencilla pero muy útil:

Vas caminando con tu taza de café y de repente alguien pasa, te empuja y hace que se te derrame el café por todas partes.

—¿Por qué se te derramó el café?

—Porque alguien me empujó.

Respuesta equivocada.

Derramaste el café porque tenías café en la taza. Si hubiera sido té, hubieras derramado té.  Lo que tengas en la taza es lo que se va a derramar.

Por lo tanto, cuando la vida te sacude (que seguro pasará), lo que sea que tengas dentro de ti vas a derramar.

Puedes ir por la vida fingiendo que tu taza está llena de virtudes, pero cuando la vida te empuje vas a derramar lo que en realidad tengas en tu interior.

Eventualmente sale la verdad a la luz.

fiestas judaísmo
“Israel” por Alex Levin (tomado de Joods.nl).

Así que habrá que preguntarse a uno mismo: ¿Qué hay en mi taza?

Cuando la vida se ponga difícil: ¿Qué voy a derramar?

¿Alegría?… ¿agradecimiento?… ¿paz?…

Bondad. Humildad. Perdón. ¡Tú eliges!

Ahora trabaja en llenar tu taza con gratitud, perdón, alegría, palabras positivas y amables, generosidad y amor para los demás.

De lo que esté llena tu taza, tú eres el responsable.

¡Gmar Jatimá Tová! en hebreo significa “que seas firmado y sellado en “El Libro de la vida” de los vivos. Pero de los vivos de verdad.

En el libro de los que aman profundamente sin importar las consecuencias.

En el libro de quienes se comprometen con todo lo que hacen. En el libro de quienes se arriesgan. En el libro de quienes conocen su propia obscuridad y la aceptan, en el libro de los que saben su luz y la comparten.

Pero sobre todo, que seamos inscritos en el libro de los que harán de este mundo, un mundo mejor.

“Que la vida me perdone las veces que no la viví”.

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