Ellos se ríen de mi porque soy diferente.
Yo me río de ellos porque todos son igualitos.
Anónimo.
Al final del 2020, a dos años de la entrada en vigor del Acuerdo Transpacífico (TPP-11), los resultados en comercio exterior con los seis nuevos socios de México habían sido nada halagadores y, más bien, terriblemente desastrosos para nuestro país.
Esa situación es el resultado de la aplicación de teorías y dogmatismos muy alejados de la realidad, por el desconocimiento de la operación real del comercio internacional y del comercio exterior mexicano de parte de los altos funcionarios del gobierno encargados de diseñar la política de comercio exterior, así como de la promoción de las exportaciones y de la captación de flujos de inversión extranjera.
La inmensa irresponsabilidad que mostraron los funcionarios mexicanos al proponer la negociación del TPP-11, pareciera que se realizó sin tener en cuenta los numerosos antecedentes que había en la relación con esos países, mismos en que los resultados ya arrojaban cifras sumamente negativas para nuestro país, motivo por el cual su actuación estuvo caracterizada por enorme frivolidad, improvisación y simulación.
El gran problema de base en esta situación era la existencia de un marco sistémico muy deficiente, generado por la pésima calidad de las instituciones públicas, lo que no permitía que la planta productiva mexicana generara bienes en un nivel competitivo en numerosos sectores de la economía.
La evolución de los intercambios de México con esos seis países, en los 30 primeros meses de operación del TPP-11, confirman lo obtuso de esa negociación, ya que en el primer semestre de 2019, en relación con el 2018, las exportaciones registraron un decremento de -403 millones USD; en 2020 el decremento fue de -625 y, en 2021, de -295 millones USD; en total, un decremento de -1,323 millones USD.
Por el contrario, en 2019, las importaciones procedentes de esos países se incrementaron en 1,893 millones USD en relación con 2018; para el 2020, el incremento fue de 2,696 y, en 2021, de 3,986 millones USD; es decir, un total de 8,485 millones USD en tres períodos semestrales de los años de referencia.
Como resultado de la evolución de ambas variables, el déficit se incrementó en un total de -2,206 millones USD en 2019; para 2020 fue de -3,321 y, en 2021, de -4,281 millones USD, para totalizar -9,808 millones USD en los 18 meses señalados.
Sumando los primeros 30 meses de vigencia del TPP-11, las cifras del intercambio son mucho más negativas para México, pues en dicho período nuestras exportaciones totalizaron 5,981 millones USD, en tanto que las importaciones ascendieron a 48,542 millones, generando un déficit de -42,561 millones USD, mismo que resulta superior en -1,172 millones USD al gran superávit que registró la balanza comercial total de México, borrando de un solo plumazo a un aparente símbolo muy positivo de nuestra balanza comercial total.
Comentarios
Después leer el texto anterior, sólo se puede decir que nuestro intercambio con esos países ha sido un total fracaso debido a que se accedió a la negociación del TPP, sin tener conocimiento pleno de lo que representaba relacionarse con países mucho más lejanos y más competitivos que México, sobre todo en el proceso de manufactura.
También se puede decir que no se tomaron en cuenta las implicaciones de participar en ese esquema de integración, pues el Subsecretario que propuso la participación en dicho proceso desconocía la operación real del comercio internacional y del comercio exterior de México, ya que su primer contacto con el sector lo tuvo el mismo día en que fue designado como subsecretario y sin que anteriormente, siquiera, hubiera tomado un curso corto relacionado con ese tema.
Como consecuencia de esta situación se puede decir que se desconocían los numerosos elementos a considerar en una negociación para un esquema de integración como el TPP, por lo que, necesariamente, se tuvo que improvisar como muy frecuentemente sucede en México.
Con los datos aportados en este análisis, sólo se puede repetir que nuestra relación con los seis nuevos socios del TPP-11 es un fracaso y que, seguramente, los altísimos funcionarios tratarán de soslayarla señalando que el comercio bilateral de México con ese bloque, en el período de vigencia del mismo, y que se inició un mes después del inicio de la actual Administración, se elevó a 54,523 millones USD. Sin embargo, no hablarán del enorme déficit que esta nociva relación le ha generado a nuestro país.
Apuntes finales
La política de comercio exterior mexicana, durante los 28 años más recientes, ha estado caracterizada por un liberalismo dogmático, por eso, su estrategia ha sido completamente irreal, basada en la firma irresponsable de Tratados de Libre Comercio con cualquier país que se aprovechara de la inocencia e ignorancia de nuestros funcionarios, sin analizar las condiciones que rodeaban la relación con esos países y, mucho menos, cuáles serían las consecuencias para México de tan irresponsable y diletante actitud.
Después de firmar el TLCAN, los funcionarios mexicanos firmaron acuerdos con un total de 52 países y los resultados han sido nada halagüeños, pues si en el año 1993 teníamos déficit con 29 de ellos, por un total de -10,554 millones USD, para el 2020 lo tuvimos con 35 por -151,712 millones USD; y para el período 1993-2020 fue con 38 países por -1,402,179 millones USD.
Peor aún es que, inspirados en ese liberalismo dogmático, nuestros funcionarios llevaron la apertura comercial al extremo y, adicionalmente, aplicaron una desgravación unilateral totalmente ilógica, pues nunca mejoraron el marco sistémico, con el cual la planta productiva nacional se ha visto forzada a trabajar.
Esto ha provocado una competencia desleal para los empresarios mexicanos, debido a que con esta situación los costos de producción en nuestro territorio resultan mucho más elevados que en los países que se presentan como nuestros principales competidores.
Especial referencia hay que hacer a la baja calidad y al alto costo de la gasolina, de la energía eléctrica, de las telecomunicaciones y de las carreteras nacionales y de peaje en nuestro país, entre otros.
También hay que hablar de los numerosos bloqueos de las vías de comunicación, de los cobros de derecho de piso, de los continuos asaltos, de la pesada tramitología y, especialmente, de la pésima calidad de las instituciones públicas que impide la definición de políticas públicas realistas que incidan positivamente en el desarrollo económico del país.
Sin duda, el empresariado mexicano se merece el calificativo de heroico, pues a pesar de las pésimas condiciones que tiene que enfrentar en nuestro territorio, generadas por políticas públicas nada coherentes, ha continuado trabajando con base en un enorme sacrificio, en su inteligencia y en su productividad, y ha logrado cumplir con su función social de generar empleos y riqueza para la sociedad mexicana, sobreponiéndose a un sinnúmero de adversidades y a un marco sistémico muy deficiente.
Referencias
Funcionarios mexicanos en la Luna.
México y el TPP-11: Crónica de un desastre anunciado.
México: los funcionarios no entienden el Comercio Exterior.
México: Inversión Extranjera, Kafka y la Luna.
El contenido presentado en este artículo es responsabilidad exclusiva del autor y no necesariamente representa la opinión del grupo editorial de Voces México.
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- Copa General Arnulfo R. Gómez: Reconocimiento a la Excelencia en el Ejército Nacional Mexicano (Pt.3)
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