Si ya hemos descubierto que los seres humanos vivimos alrededor del 95% del tiempo de forma inconsciente, es claro que no tenemos un entendimiento completo de lo que nos sucede.
Hemos hecho de nuestro día a día un maratón de juicios para nuestro ego que nos imposibilita vivir en calma. Terminamos ciclándonos en nuestros pensamientos dejando que la mente se apodere de cada instante.
Hacer un juicio acerca de algo que experimentamos, de acuerdo a nuestra vivencia, no genera una mejor comprensión y, en muchas ocasiones, perdemos la posibilidad de alcanzar un aprendizaje.
Al estar todo el tiempo pensando, perdemos la oportunidad de disfrutar lo que está sucediendo, incluso en momentos de peligro. Usamos el celular al manejar en el auto, en la estación de gasolina o mientras caminamos. En el avión nos comunican que se está cargando combustible y la mayoría de los pasajeros hace caso omiso a las indicaciones de no usar los aparatos electrónicos. Estamos tan distraídos de lo que sucede que ponemos en riesgo nuestra propia vida.
¿Cuántas veces decidimos conscientemente disfrutar de un amanecer o de una puesta de sol? ¿Acaso buscamos momentos durante el día para darnos el tiempo de estar con nosotros mismos? Estamos sumergidos en las redes sociales sintiéndonos importantes por opinar y no nos darnos cuenta de que hay un mundo real lleno de posibilidades que suceden a cada instante. Nos estamos acostumbrando a permanecer distraídos.
La mayoría de las personas no tiene un propósito claro mas allá de creer que venimos a ser felices. Con esto, hacemos de nuestra vida la persecución constante de la “zanahoria de la felicidad” sin percatarnos de que no hay nada que alcanzar. Con ello nos perdemos la oportunidad de vivir cada instante.
Al tener acceso a una gran cantidad de información, vivimos en un mundo de conceptos creyendo que por el simple hecho de “saber” podemos “entender”. Nada más lejano a la realidad. Salir del concepto para vivir la experiencia nos permite obtener el conocimiento y el aprendizaje. Para evolucionar la consciencia será necesario salir más allá de lo que creemos saber.
Diferentes estudios de la psicología clínica nos muestran que un 90% de nuestras preocupaciones no se hacen realidad. Por lo tanto, estamos construyendo un mundo de ansiedad sobre un conjunto de pensamientos que sólo nos distraen de lo más importante que es el presente. Estar conscientes de lo que estamos experimentando en el instante presente, nos permite descubrir el aprendizaje.
Estamos en el mejor momento para aprender a observarnos en autoreferencia para salir de las condiciones que nos genera estar dependiendo del pasado o del futuro. Podemos empezar preguntándonos: ¿Qué estoy pensando? ¿Qué estoy sintiendo? ¿Qué situaciones estoy viviendo? ¿Cuál es mi responsabilidad en todo esto? ¿Me doy cuenta y puedo asumir que todo lo que creo que me sucede es porque lo estoy creando desde la mente?
Posiblemente tengamos muchas preguntas acerca de cómo vivir conscientemente. Hemos escuchado mucho acerca de vivir el aquí y el ahora. Es momento de experimentarlo y si pudieras detenerte un instante, ¿qué pasaría?
Estimado Alex, concuerdo contigo, creo que hoy día tenemos tanta información a nuestra disposición de manera instantánea y continua que nuestro cerebro se revoluciona procesando e interpretando las implicaciones de toda esa información. Sugiero simplificar nuestra vida mediante una estrategia y un plan táctico de vida, mismo que no debería ser tan dinámico como para tener que revisar un dispositivo electrónico cada 5 o 10 min.