Ellos se ríen de mi porque son diferente.
Yo me río de ellos porque todos son igualitos.
Anónimo.
Brasil es el principal socio comercial de México en América del Sur, país con el que se desarrolló una relación teniendo como marco de referencia a la Asociación Latino Americana de Libre Comercio (ALALC), sin embargo, los reducidos resultados alcanzados, durante la vigencia de este mecanismo de integración, motivaron a los países miembros a suscribir el Tratado de Montevideo en 1980, para constituir la Asociación Latinoamericana de Integración (ALADI), mismo al que añadieron diversos acuerdos de complementación.
Su objetivo es la creación de un área de preferencias en la región, para establecer un mercado común latinoamericano con el fin último de generar riqueza y bienestar para todos sus socios y población.
A partir del año 1993, el comercio de México con Brasil ha registrado valor creciente, pues la exportación mexicana pasó de 293 a 3,055 millones USD, con un total en el período 1993-2020 de 63,834 millones USD.
Durante estos 28 años, en once ocasiones se registraron decrementos anuales en nuestra exportación, siendo los más elevado el del año 2020 con -1,243 millones USD, seguido del 2015 con un decremento de -941 millones USD y el 2009 con -929 millones USD.
Por el lado de las importaciones se registró mayor dinamismo, ya que en el período 1993-2020 las importaciones procedentes de Brasil se incrementaron de 1,201 a 5,634 millones USD, debiendo señalar que, en dicho período, sólo se presentaron cinco decrementos, siendo el más elevado el del año 2009, con una caída de -1,688 millones USD, seguido del 2020 en que el decremento fue de -1,005 millones USD.
En el mismo período, las importaciones acumularon un valor total de 101,677 millones USD, de tal manera que el déficit acumulado fue de -37,843 millones USD.
Conviene señalar que, durante ese lapso, sólo en seis años se registró saldo positivo para México, mismo que corresponde a dos períodos: 1995 y 1996, así como del 2011 al 2014; siendo el 2012 cuando se registró el superávit más alto con 1,163 millones USD.
Así, en el período 1993-2020, el promedio anual del déficit fue de -1,305 millones USD.
Estructura de las exportaciones
La estructura de las exportaciones mexicanas tiene como base muy fuerte a la industria maquiladora y, en relación con Brasil, se presenta de una manera muy intensa, ya que de los 35 principales productos que exportamos y que representan el 54.21% del total de nuestra exportación, sólo 13 de ellos se pueden considerar productos netamente mexicanos en función del grado de integración nacional.
Estos productos incluyen a medicamentos, desperdicios y desechos de aluminio; zinc en bruto, ácido tereftálico, partes y accesorios para automóviles; aceros aleados, esteres, materias colorantes de titanio; fosfato monoamónico, adhesivos a base de polímeros, compuestos heterocíclicos y copolímeros.
En los productos con alto contenido de valor extranjero, el que figura en primer lugar es el más importante y emblemático de la industria y de la exportación mexicana: vehículos automotores de diversas categorías, los cuales, de acuerdo con información de BANCOMEXT, en el año 2019 sólo tenía un valor de contenido nacional de 26%, cuando en el año 1993 el porcentaje era de 35%. Esto, a pesar de que en el TLCAN se incluyeron reglas de origen que estaban orientadas a propiciar el incremento del Valor de Contenido Regional, de 50% a 62.5% en el período 1994-2004, a través de lo cual se pretendía que la industria nacional participara más en el proceso de exportación y se generara mayor riqueza y empleos en el Área de Libre Comercio del TLCAN.
En términos generales, en su mayor parte, el resto de los bienes exportados por México también tienen esta característica al incluir equipos y sistemas para la industria automotriz, productos electrónicos como receptores de radio AM-FM, unidades de proceso, aparatos telefónicos, etc., con muy reducido valor de contenido mexicano, según se desprende del informe elaborado por BANCOMEXT en el cuadro que se presenta a continuación.
Estructura de las exportaciones
De los 35 principales productos importados procedentes de Brasil, 16 son de importación definitiva mismos que incluyen soya, automóviles de diversas categorías, maíz amarillo, minerales de hierro, pasta química de madera, medicamentos, aparatos electrónicos, arroz con cáscara, preparaciones de belleza, agujas tubulares y retroexcavadoras de cucharón.
Los 19 bienes restantes se pueden clasificar como insumos o materias primas que incluyen productos intermedios de hierro o acero, mercancías para el Programa de Promoción Sectorial de la Industria Siderúrgica, motores de émbolo, madera en tablas, culatas, cueros, Mercancías para el Programa de Promoción Sectorial de la Industria del Café, fundición en bruto, aceros aleados, aluminio en bruto, madera de coníferas, Mercancías para el Programa de Promoción Sectorial de la Industria Automotriz y de Autopartes, motores para automóviles, distribuidores, bobinas de encendido, isopropeno y neumáticos.
En total, ambos rubros de importación constituyeron el 78.08% de la importación total de México procedente de Brasil en el año 2020.
Comentarios
A pesar de la tendencia creciente del valor de la exportación y la importación en relación con Brasil, de acuerdo con las estadísticas mexicanas, los intercambios presentan una importancia decreciente, debido a que si en el año 2013 Brasil representaba un mercado de 1.42% de la exportación mexicana, para el 2020, el porcentaje fue de sólo 0.73%. Situación similar se presenta en la importación, ya que si en el año 2006 nos proveyó el 2.35% de las compras mexicanas, para el 2020 sólo fue el 1.47%.
Si esta “evolución” la queremos medir por el número de productos objeto de comercio, podemos ver que en el año 2012 exportábamos productos contenidos en un total de 2,557 fracciones arancelarias, mientras que en el 2017 ya sólo son 2,333 y, en sentido contrario, los números cayeron de 4,228 a 4,154.
Sin duda, una serie de cifras que nos muestran un descenso de la intensidad de las relaciones entre ambos países, a pesar de la firma del acuerdo de la ALADI y los acuerdos de complementación que se han establecido en este marco.
Por otro lado, si las exportaciones mexicanas a Brasil en el año 2013 representaban el 3.22% del mercado de importación brasileño, para el 2020 la cifra se redujo a 2.71%. Asimismo, si las ventas brasileñas a México, que en el año eran el 3.3% de sus ventas totales, para el 2020 ya sólo fueron el 2.06%.
Apuntes finales
Tradicionalmente se ha presentado a Brasil como un mercado creciente, lleno de oportunidades para el exportador y para el empresario mexicano, sin embargo, las cifras nos dicen que nuestra relación ha reducido su intensidad y que, en esencia, no se ha aprovechado a ese mercado como tampoco ha sucedido con el resto de los países de América Latina.
La firma de TLC’s que se ha realizado con otros países del área nos dice que la estrategia no ha sido buena, pues aunque América Latina es el único mercado con el que registramos superávit, con excepción de Brasil, en la realidad exportamos productos basados en la maquila, con muy reducido y decreciente valor agregado.
El cuadro que elaboró BANCOMEXT sobre el reducido y decreciente porcentaje de participación de la planta productiva nacional en la elaboración de bienes para el consumo interno y de exportación, nos dice que mucho anda mal en nuestro proceso de fabricación, sobre todo porque la mayor parte de la exportación mexicana la realizan empresas transnacionales establecidas en nuestro territorio y que, en la realidad, no obedece a un proceso lógico de promoción de las exportaciones y de la captación de flujos de inversión extranjera directa establecido por México.
El cuadro elaborado por BANCOMEXT resulta interesante, pero parece que, desgraciadamente, sus funcionarios no saben para qué sirve. Quizás la única idea que presentarán es firmar un Tratado de Libre Comercio con Brasil y seguir con la loca carrera que, hasta la fecha, nos ha comprometido con otros 52 países y generado déficit con 38 de ellos.
Probablemente tomarán como referencia la consigna del exsubsecretario de comercio exterior recomendando la firma de un acuerdo comercial con Corea… para seguir fortaleciendo nuestros puentes con esa región y para la salud del comercio de México… pensando que hay un eslabón faltante en el comercio exterior de México, palabras de Juan Carlos Baker que se pueden aplicar sin rubor alguno.
En este sentido, el caso de Brasil resulta muy representativo y emblemático de esta situación, pues a un recién nombrado Embajador brasileño en nuestro país, le preguntaron si su misión incluía promover la firma de un Tratado de Libre Comercio con México, a lo que respondió: “¿Para qué si los mexicanos se abren solitos?“.
Sin duda, ese Embajador brasileño tiene razón, ya que desgraciadamente nuestros funcionarios llevaron a cabo una desgravación arancelaria unilateral totalmente ilógica, por lo que habrá que cuidarse mucho porque es casi seguro que nuestros altos funcionarios seguirán con esa idea y la de seguir firmando TLC’s como lo hicieron con 52 países adicionales, sin una estrategia y sin ideas que aporten soluciones al enorme deterioro del comercio exterior y de la economía mexicana.
El contenido presentado en este artículo es responsabilidad exclusiva del autor y no necesariamente representa la opinión del grupo editorial de Voces México.
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