¿Hacia un mercado común norteamericano?
Arnulfo R. Gómez

Valor Agregado

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“La mejor política industrial es la que no existe”. Es claro que México no supo asumir el papel de socio estratégico que Canadá y Estados Unidos necesitaban.

Imagen: Getty Images.
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Lectura: ( Palabras)

Recientemente fui invitado por el Embajador Doctor Miguel Basáñez Ebergenyi, presidente del Centro Tepoztlán Víctor L. Urquidi a la segunda Reunión Diálogo del 2021, a hablar sobre un tema de enorme actualidad e interés sobre el libre comercio:

“¿Hacia un mercado común norteamericano?”, con un telón de fondo que genera varias dudas:

  • ¿Está EE.UU. realmente en decadencia?
  • ¿Qué papel jugará México en Norteamérica y cuál será el de Norteamérica en el mundo?
  • ¿Cuáles son las implicaciones para México de reforzar la relación con el bloque comercial actual o, por el contrario, diversificarse hacia el resto del mundo teniendo en cuenta que estos tres elementos son fundamentales para su futuro?

El evento fue presidido por el Embajador Miguel Basáñez Ebergenyi, moderado por el Maestro Rolando Cordera y con la participación del Embajador Casio Luiselli, también como expositor. A continuación, expongo una síntesis de los conceptos que desarrollé en dicho evento.

¿Hacia un mercado común norteamericano?

El libre comercio es bueno cuando se realiza de una manera inteligente lo que, desgraciadamente, no ha sucedido en nuestro país en los 28 años más recientes, por eso, hablar de un Mercado Común en América del Norte en este momento es imposible, ya que para lograrlo hay que recorrer un largo y exitoso camino que corresponde a un proceso en el que se va logrando una integración económica que, en total, incluye 5 etapas progresivas: (1) un área de preferencias arancelarias, (2) una zona de libre de comercio, (3) una unión aduanera, (4) un mercado común y (4) la unión económica; a través de las cuales se van eliminando los obstáculos para los intercambios económicos entre los países miembros.

Al respecto, debo señalar que a un Mercado Común se puede acceder cuando se han agotado las tres primeras etapas y se ha logrado la convergencia de diversas variables económicas, pues en esta 4ª etapa se incluye, además de la libre circulación de los bienes y servicios, la libre movilidad de las personas y capitales, es decir, a los factores de la producción.

Durante la vigencia del TLCAN, cuyo fin era crear un área de libre comercio, no ha se han logrado sus objetivos y, como consecuencia, México presenta grandes retrocesos económicos y, en comparación con las variables de nuestros socios, se registran enormes regresiones y gran alejamiento que impiden pensar que se ha logrado una integración económica suficiente para avanzar hacia la formación de un Mercado Común, debido a que no se han alcanzado los objetivos establecidos para la creación plena de un área de libre comercio, tampoco de una unión aduanera y mucho menos de un mercado común.

Esto es resultado de la carencia de una estrategia que permitiera aprovechar las supuestas ventajas negociadas en el TLCAN con el fin último de lograr una integración económica, generar mayor valor en la producción nacional, mayor número de empleos y bienestar para todos los mexicanos y los habitantes de la región.

Así, a partir de 2001 se registró un enorme retroceso en todas las variables económicas de México, mismo cuyo deterioro se presenta en el siguiente cuadro, marcado con amarillo:

Asimismo, especial importancia adquieren estas variables cuando se quiere hablar de un Mercado Común, pues aún no se ha concluido con la creación de un Área de Libre Comercio, ni con un Unión Aduanera porque no se ha logrado la convergencia en las mismas. Y “crear” un Mercado Común provocaría una mayor emigración de fuerza de trabajo, en este caso, de México hacia Canadá y Estados Unidos, debido a la disparidad creciente que se ha registrado en los ingresos de los trabajadores mexicanos en relación con los trabajadores canadienses y norteamericanos.

Esta situación se ve agravada porque durante la vigencia del TLCAN, la Población Económicamente Activa en México tuvo un incremento de 22.2 millones de personas, que el total de empleos formales creados sólo fue de 10.6 millones, por lo que se generó un déficit de 11.6 millones en la creación de puestos de trabajo, equivalente a 52.3%.

Por esta circunstancia, numerosos núcleos de lo población mexicana, para satisfacer las necesidades más básicas de su familia tienen que dedicarse a la informalidad, misma que en el año 2020 alcanzó la cifra de 29.8 millones de personas; otros tienen que emigrar y otros, desgraciadamente, incorporarse a las filas de la delincuencia.

¿Está EE.UU. realmente en decadencia?

En relación con esta pregunta digo que, a pesar de que este país perdió participación en el PIB Mundial en el período 2001-2010, al pasar de 31.44% a 22.67%, en los 10 años más recientes, Estados Unidos ha mostrado importante recuperación en la generación de riqueza y se mantiene como la primera potencia económica mundial con una participación mayor que alcanza el 24.89%.

Desgraciadamente, en el caso de México, ha sido todo lo contrario; del año 2001 al 2020 perdió 45% de su participación en este proceso, ya que cayó de una participación de 2.25% a 1.24%, de tal manera que su ubicación como potencia económica mundial descendió de la 8ª a la 16ª posición.

En el cuadro siguiente he marcado con amarillo los países que nos han superado como potencia económica en este período, debiendo señalar que, de los 20 principales países, en el año 2001, un total de 14 de ellos registraban un PIB Per Cápita superior al nuestro y que, para el 2020 ya son 16, pues China y Rusia nos rebasaron; y que si en el año 2001 nuestro PIB Per Cápita se ubicaba 36% por arriba del promedio mundial, para el año 2020 caímos estruendosamente, situándonos -26% debajo y la ubicación en el ranking mundial descendimos 29 escalones al caer del 47º al 76º lugar.

En relación los países que nos rebasaron en este reducido universo, también es deplorable, porque si en el año 2001 nos ubicábamos 722% por arriba de China y 335% de Rusia, para el año 2020 caímos a -26% y -19% por debajo, respectivamente.

También es importante mencionar que el cambio de administración que se ha registrado en Estados Unidos, ha mostrado avances importantes en la reorientación de su política económica al presentar cambios muy coherentes; estoy seguro de que el papel de Estados Unidos cada día será más importante en el concierto internacional.

¿Qué papel jugará México en Norteamérica y cuál será el de Norteamérica en el mundo?  

Con respecto al papel que México jugará en Norteamérica, es preciso señalar que el TLCAN era el proyecto más importante para el desarrollo económico del país, especialmente por la experiencia que había acumulado en el proceso de manufactura a través de 40 años de trabajar la maquila.

Por esa circunstancia, Canadá y Estados Unidos lo designaron como un socio estratégico que le permitiría realizar procesos de producción compartida transfronteriza, con creciente valor agregado. Sin embargo, la maquila mexicana, por la pérdida de competitividad y la carencia de una estrategia, con programas, proyectos y políticas públicas realistas, crecientemente se fue orientando a simples labores de ensamble básico, con reducida e importante disminución del valor agregado.

Es claro que México no supo asumir el papel de socio estratégico que Canadá y Estados Unidos necesitaban y, como consecuencia, muchos procesos de manufactura radicados en México y en la región, fueron emigrando hacia el continente asiático, incluyendo a 900 maquiladoras que salieron del territorio mexicano a partir del año 2001.

El hecho de que América del Norte todavía constituya el mercado más grande del mundo y el principal importador mundial, con alto nivel de consumo, es una ventaja que México puede aprovechar por las ventajas comparativas que todavía posee, situación que se podría mejorar mediante el desarrollo de ventajas competitivas.

¿Cuáles son las implicaciones para México de reforzar la relación con el bloque comercial actual o, por el contrario, diversificarse hacia el resto del mundo teniendo en cuenta que estos tres elementos son fundamentales para el futuro de México?

Por lo que se refiere a la disyuntiva de reforzar la relación con sus socios del ahora llamado T-MEC o buscar una diversificación hacia otros países, no hay duda alguna de que el camino es posicionarse adecuadamente en el mercado norteamericano, ya que, hasta el momento, la búsqueda de una diversificación firmando TLC’s con otros 52 países, sólo ha atomizado nuestras reducidas fortalezas. Y, como consecuencia, ha debilitado nuestra estructura productiva y de nuestras exportaciones, generando una fuerte concentración de nuestras ventas en un reducido número de productos netamente mexicanos y escaso valor agregado en nuestras ventas al exterior, al hacerlas cada día más dependientes de la importación temporal de insumos extranjeros.

Esta situación ha sido mucho más dañada por una apertura comercial totalmente dogmática, a través de la cual se ha realizado una desgravación unilateral que sólo ha creado una competencia desleal para la planta productiva nacional, misma que tiene que trabajar en un medio sistémico nada competitivo, provocando la producción de bienes muy caros en relación con muchos de nuestros socios comerciales.

Por esta circunstancia, México presenta un déficit creciente en valor y con mayor número de países con los que ha firmado un TLC, así como también con los que no los ha firmado, mismo que en el período 1993-2020 equivale al 226% del PIB Total de México en el año 2020.

Esta situación también ha provocado decreciente interés de las empresas extranjeras en invertir en nuestro país, porque para muchas empresas resulta más fácil y barato exportar a México que producir en nuestro territorio, debido a que nuestro marco sistémico tan deficiente y con numerosos trámites burocráticos, genera costos muy superiores en nuestro país. Es así que, debido a las reducidas tasas de aranceles que tenemos a la importación, prácticamente no hay limitantes para la entrada de cualquier producto a nuestro territorio y genera una competencia desleal para la planta productiva nacional.

Así, en este período 1994-2019, descendimos de la 4ª a la 16ª posición mundial como destino preferido de la IED Mundial, a pesar de que uno de los objetivos de México al firmar el TLCAN era incrementar la captación de estos flujos, especialmente, porque la principal fuente generadora de IED mundial es EE.UU., nuestro socio en este proceso de integración junto con Canadá.

En los 27 años de vigencia del TLCAN, México ha sido superado por 12 países en la captación de flujos de IED, mismos que son: Singapur, Holanda, Irlanda, Brasil, Hong Kong, Reino Unido, Islas Vírgenes Británicas, India, Canadá, Alemania, Australia e Islas Caimán.

Es necesario señalar la dinámica que presenta la IED hacia nuestro país en cada sexenio pues, al inicio de cada uno de ellos generalmente hay un incremento en el flujo de capitales captados. Sin embargo, conforme avanza la administración sexenal, se registra un decremento importante, de tal manera que nuestra posición como destino preferido desciende por la pérdida de confianza de los mexicanos y de los inversionistas extranjeros en la administración correspondiente y en la capacidad de sus altísimos funcionarios.

Sin que la situación que comento a continuación sea para aplaudirse, la administración de Enrique Peña Nieto fue la única administración que conservó su lugar en el primer y sexto año de su sexenio: el 14º.

Peor resulta en el primer año de gestión de la Cuarta Transformación, pues se presentó una caída de dos escalones en relación con el año 2018, ubicándose en el 16º lugar en el 2019. Las cifras de los flujos de IED mundial para el 2020 todavía no están disponibles

La caída de la IED en el primer año de gestión también se presentó en el caso de Felipe Calderón que cayó de la 13ª posición en 2006, el último año de la “administración” de Vicente Fox, a la 15ª en el primer año de la “gestión” calderonista.

Comentarios finales

México, con el objetivo de integrarse al proceso de globalización mundial, a partir del año 1982 llevó a cabo un proceso de desregulación interna que le dio enorme competitividad, ya que incluyó sectores claves de nuestra economía como autotransporte federal de carga, turismo y pasajeros; patentes y marcas; reformas al artículo 27 constitucional en materia de propiedad de la tierra; cogeneración y autoabastecimiento de energía eléctrica; inversión extranjera; medicamentos genéricos y la eliminación de controles de precios que hicieron muy competitiva a la economía mexicana.

Hacia el exterior se realizó un proceso de apertura comercial que, como corolario, tuvo la firma del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), mismo que tenía como objetivo fundamental establecer un Zona de Libre Comercio en América del Norte, en lo que sería el mercado más grande del mundo, con una población cercana a 400 millones de personas, lo que generaría un Producto Regional Bruto de más de 9 billones USD (1994).

La base de su desarrollo era lograr la integración comercial y productiva de sus miembros, pero nunca hubo elemento alguno que permitiera lograr el objetivo fundamental. La razón de esto fue que se careció de una estrategia para mantener la competitividad del marco sistémico mexicano, en tanto que la política de fomento se basó en un axioma totalmente erróneo: la mejor política industrial es la que no existe.

Por lo que se refiere a la política de comercio exterior y su estrategia, meramente descansó en la firma compulsiva de TLC’s, de APPRIs y una desgravación arancelaria unilateral, en tanto que la actividad de sus funcionarios, en enorme simulación e improvisación, creando programas puramente cosméticos, sin incidencia real en el desarrollo económico del país.

Los resultados que habrán podido constatar en la evolución de las variables que he incluido en esta presentación, nos muestran que la evolución de nuestro comercio exterior y de la economía ha sido terrible. Pero peor es que parece que continuará, ya que los teóricos del comercio exterior y nuestros altísimos funcionarios han venido anunciando la necesidad de crear una Unión Aduanera con nuestros socios del T-MEC, y la posibilidad de firma de otros TLC’s con Turquía, Jordania, Brasil y Corea, entre otros.

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