La Feria de San Isidro acabó para los toreros mexicanos con la actuación de Ignacio Garibay ante los toros de Carriquiri.
Octavio García El Payo, tuvo una mala tarde. Arturo Saldívar fue muy decidido y podemos decir que del paquete del toreo mexicano, su actuación fue la más destacada. El Zotoluco dejó constancia de su conocimiento de la lidia. Juan Pablo Sánchez confirmó alternativa y demostró gran conocimiento.
Diego Silveti con el encierro de Núñez del Cuvillo toreo con gusto en el de la confirmación, Fermín Spínola toreó con técnica pero sin transmitir.
El dilema para los toreros mexicanos es saber cuál es la evaluación de los empresarios de Madrid para repetir la fórmula mexicana. Ahora bien el prestigio de plaza de tanta raigambre, decepciona a causa de un público intransigente y ávido de kilos de toro y no de su comportamiento en el ruedo.
Tienen que meditar sobre sus actuaciones son nuestros toreros mexicanos, pues ellos saben que no les fue posible dar un golpe de escritorio en la cátedra madrileña y así los argumentos para negociar en México, no les son tan favorables.
Ya veremos que sucede. Por lo pronto a prepararse que si bien, se perdió una batalla no se acaba la guerra.