Las revueltas de Revueltas a cuarenta y cinco años de su muerte
Miguel Peraza

La piedra que camina

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Revueltas es el enlace entre esta generación de literatos, es el salto a la modernidad, al régimen de partido único de Estado en México, con los efectos mundiales de tres modelos económicos en marcha; el de la libre empresa, el modelo de economía planificada y el modelo mixto…

Imagen: La Clandestina Virtud.
Imagen: La Clandestina Virtud.

Lectura: ( Palabras)

Cuando apenas cursaba la formación media superior por los años setenta, de acuerdo con el modelo educativo, para la materia de Literatura o Lectura y Redacción de la época era obligatorio leer textos de escritores extranjeros y principalmente mexicanos. Recuerdo Pedro Páramo de Juan Rulfo (1917-1986), el cual a lo largo de la vida lo he leído varias veces, El Diosero de Francisco González Rojas (1904-1951), entre muchos otros. Quedaban lo resabios del Movimiento del 68 y la matanza por los Halcones en el año de 1971. Era joven y no alcanzaba a comprender en su totalidad las poderosas implicaciones de estas trascendentes movilizaciones. Contextualizaba las publicaciones de ese tiempo de la producción de literatura mexicana y de las lecturas de los jóvenes que iniciamos así, incluso compañeros mayores que yo fueron alumnos o conocieron a los creadores, como a Mariano Azuela (1873-1952), que hizo novela de la Revolución mexicana, villista militante y médico de profesión, para mí fue uno de importantes surcadores del camino de la novela mexicana de la posrevolución. Escritores preocupados de la narrativa histórica, pero también de cómo comprender el mito nacional. Son la entraña que nos da origen de ser territorio-nación, esa confusa noción de patria, sus recovecos narrativos son la riqueza poética, más allá de las anécdotas o del dato duro representan las subjetividades que dan lugar al arte.

Cayó en mis manos por iniciativa de un joven profesor un libro de José Revueltas (1914-1976), Dormir en Tierra. Se trataba de un pequeño compendio de cuentos que relacioné por intuición con el libro Los de Abajo de Mariano Azuela, estaba equivocado. Revueltas es el enlace entre esta generación de literatos, es el salto a la modernidad, al régimen de partido único de Estado en México, con los efectos mundiales de tres modelos económicos en marcha; el de la libre empresa, el modelo de economía planificada y el modelo mixto (los tres fracasaron), en un siglo XX que no conocerá un solo día de paz; la guerra infinita, la industrialización urbana, el vórtice de otra  posibilidad de otro modo de vida que originalmente llamara la atención de los intelectuales creadores mexicanos, la esperanza fallida del resurgimiento como producto de las revoluciones.

Dormir en tierra, libro

Pepe, como lo llamaban sus cercanos, fue hermano de uno de los más grandes compositores que ha dado México, Silvestre Revueltas (1899-1940). Ocasionalmente mi padre lo escuchaba a través de Radio Educación y corríamos con la suerte de que transmitieran La Noche de los Mayas, mientras que por otra parte su hermano Fermín (1901-1935), fue uno de los precursores del movimiento muralista mexicano, su hermana Consuelo (1907-1990), una destacada pintora. Qué decir de su hermana Rosaura (1910-1996), que además de ser motivo de inspiración de pintores de la época y bailarina, fue quien en diferentes momentos de su vida lo cobijara con su inmensa solidaridad. Por ahora sólo destacaré a estos.

Militante del Partido Comunista Mexicano (PCM), fue delegado a la Tercera Internacional, se lanzó a buscar las causas campesinas, populares-urbanas, de luchas sindicales mientras se enfrentaba a la burocratización estalinista y a la dirección del maestro Lombardo Toledano, operador del régimen cardenista con el estalinismo que controló la CTM con herederos como Luis Morones y Fidel Velázquez. Revueltas rompió con todos y con todo, su causa era el movimiento social de los de abajo, dedicado al periodismo fuente de sus escasos ingresos, lo que le permitía viajar muy poco, relacionarse con los creadores como Luis Spota que lo acompañó hasta su muerte, de esos amigos que se hacen en la brega, sin exigencias mundanas que se resuelvan con un trago de tequila. La literatura es sólo una parte de su producción creativa, hace guiones de teatro, de cine, departe con actores y actrices conocidos.

los hermanos Revueltas
Los hermanos Revueltas (Imagen: Lucirgo).

Recibió el reconocimiento del establishment, por su producción y la condena por ser comunista. Fue encarcelado tres veces por su actividad política, abandonado por el Partido Comunista Mexicano (PCM). Con Valentín Campa, Hernán Laborde se enfrentó al Comité Central, son expulsados de las filas comunistas entonces con miles de trabajadores afiliados. Revueltas es íntegro. Escribe sus novelas como una sucesión emotivo-intelectual de su lucha personal. Lo cotidiano no acepta generalizaciones, es una construcción circunstancial de los actores que se adecuan a los embates tecnológicos, a los saltos de lo rural ancestral a la moderna vecindad de los trabajadores urbanos; él mismo habita en una en el Centro de la Ciudad de México.

Cuando Revueltas estrena en 1943 El Cuadrante de la Soledad, sacudió a la izquierda y a la crítica de teatro impactó la atmósfera de la “alta cultura” en México. Sus lectores son Fernando Benítez, José Clemente Orozco, Efraín Huerta, Pablo Neruda, José Alvarado, “El Indio” Fernández, que también son sus amigos, lo leen nuevas generaciones de estudiantes. Alcanzó la rebelión estudiantil de 1968, a los 60 años, de hecho, es un ideólogo principal del movimiento que enfrentó por fin al autoritarismo priista, resucita de su letargo en su trinchera literaria, ya vivía en la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM, él creía que debía ser la clase obrera y los campesinos los encargados de la insurrección; lo encarcelan por tercera vez. 

Pareciera que ese México que criticaba, analizaba y lo llevaba a la lucha no pudo quedar mejor plasmado en el cuento de El Lenguaje de Nadie. Hoy comprendo que esa pequeña antología de cuentos que había caído en mis manos no sólo se trataba de un ejercicio literario o del bien escribir, sino que se trataban de las líneas más profundas en las revueltas de Revueltas.

José Revueltas
Imagen: Potosí Noticias.

José Revueltas representa una transición entre la vida sindical y la oficialista de los gobiernos del PRI. Su amistad y diferencias con Valentín Campa (1904-1999), y Hernán Laborde (1895-1955), lo llevan a ser Delegado de la Tercera Internacional. En otros momentos peleará al lado de Demetrio Vallejo (1910-1985), en una lucha hoy extinta de los ferrocarrileros.

Se refugió en sus clases universitarias con la convicción de que los profundos y verdaderos cambios deberían suceder en las universidades y junto con Enrique González Rojo (1899-1939), en algún momento de su exilio del Partido Comunista, fundan la Liga Espartaco.

Perseguido y encarcelado en 1968, permanecía convencido de una izquierda libertaria. Creía en un México más libre y más justo. Criticaba igual a la derecha por la falta de equilibrio en la distribución de la riqueza, pero de la misma forma y sin duda alguna, cuestionaba la falta de liderazgo y de organización social de un pueblo depauperado e ignorante manejado por una débil izquierda, hoy prácticamente inexistente en el país. Hoy pareciera que ese México que criticaba, analizaba y lo llevaba a la lucha no pudo quedar mejor plasmado en el cuento de El Lenguaje de Nadie.

Jose Revueltas y Enrique Gonzalez Rojo
José Revueltas y Enrique González Rojo (Imagen: La Jornada).

Es autor del Luto Humano (1943), la novela donde identifica su obra con la de Mariano Azuela con Los de Abajo y con Juan Rulfo, Pedro Páramo, no es que una dependa de la otra, sino que coinciden en las profundidades de la relación existencial. Mariano Azuela es autor de la narrativa sobre la Revolución que 30 años o después sigue interrumpida, y precisa justicia, reformas constitucionales, que reconozcan a la clase trabajadora derechos indispensables omitidos por las fracciones vencedoras. El Bajío en Jalisco donde sucede la inspiración de Juan Rulfo y de Mariano Azuela, también sucede El Luto Humano, la narrativa de los personajes que han dado la lucha cristera y los persigue el gobierno obregonista es prueba fehaciente que la Revolución ha cimbrado las más entrañables creencias y apenas toco su mielina.  

Hizo cuentos, reportajes, crónicas, novelas, mientras cumplía con los encargos del Partido Comunista Mexicano, y su trabajo de periodista que lo llevan a los puntos recónditos de México que no son necesariamente distancias geográficas como culturales, sociales, económicas, política o lejanías en la relación cotidiana entre los diferentes superiores con los subalternos como Los Miserables de Víctor Hugo, inspirado en la Comuna de París. Escribe a su esposa Olivia y a sus hijos Andrea y Fermín, porque apenas los conoce, las tareas políticas lo absorben. Y lee a otros creadores. La obra política, la obra literaria y el periodismo se entremezclan, hacen ensamblajes increíbles y hay en ellos una verdad latente desnuda.  

El PCM no soporta la crítica Revueltas, se enfrenta al estalinismo, la burocratización y la ideología de consignas soviéticas, los ladrillos del marxismo doctrinario, la religión cívica así como el régimen priísta son aliados el PCM y el régimen de los antecesores del PRI el PNR y el PRM. En 1962 su obra política Un proletariado sin Cabeza necesita una edición de su práctica libertadora la revolución interrumpida y traicionada. En ese tiempo funda la Liga Espartaco con otros militantes como Enrique González Rojo, y agrupa a cuadros trotskistas, guevaristas, luxemburgusitas, gramscianos, la izquierda libertaria mexicana que comprende su realidad histórica priista-estalinista-colonial-imperialista como su obra Un ensayo sobre México, que editó Era y que rescató su hija sobre la lucha de clases originada en la sociedad esclavista prehispánica que es arrasada con la Colonia para desagregar el mundo en indios y españoles, criollos y mestizos.    

Revueltas en la cárcel
José Revueltas en Lecumberri.

Las lecturas en mi vida se sucedieron entre los debates políticos y estéticos con novelas. Los cuentos que agrupa la obra Dormir en Tierra no dejan su forma intrincadamente lúcida de narrar, de ponerle nombre al hecho descubierto, al suceso humano, en algún lugar sin más atmósfera que la cruda realidad del ser y estar en Algún Valle de Lágrimas, que es su novela, su vida, sin olvidar tampoco Los Errores y El Apando, obras que son universos.

La política es un arte y el arte va de la mano con la política, sin temores, toda descomposición deja de ser creación, se vuelve repetición inhabitable intransitable, mata la imaginación con el alma. Las Revueltas de José Revueltas son narraciones proféticas. 

José Revueltas
Foto: Excélsior.
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