En días recientes tuve contacto con uno de los más carismáticos directores de orquesta en el escenario internacional –hasta Madrid–, y quien se distingue por el dinamismo y la expresión en sus interpretaciones.
Desde hace años nos encontramos en diferentes recintos, tales como nuestro Bellas Artes, y antes de iniciar la función, nuestra plática giró en torno a lo que acontece en el mundo de los toros.
Al igual que su padre Carlos Prieto –genial chelista de talla mundial–, Carlos Miguel es un excelente aficionado taurófilo y la charla, por lo tanto, es jugosa.
Carlos Miguel Prieto nació en una familia de músicos en la Ciudad de México. Su estilo en dirección, le han proporcionado una gran proyección y reconocimiento internacional. Musical América reconoció sus contribuciones artísticas al nombrarlo Director del Año en 2019.
Dirige orquestas en varias partes del mundo y en México, entre otras, es el director de la Orquesta Sinfónica de Minería desde 2008, y desde el 2007 de la Orquesta Sinfónica Nacional (OSN). Simultáneamente es invitado a dirigir y tocar el violín en un sinfín internacional de agrupaciones muy importantes, es un orgullo que sea nuestro compatriota.
Graduado de la Universidad de Princeton y la Escuela de Negocios de Harvard, es un influyente líder cultural, así como el principal conductor mexicano de su generación.
Prieto es reconocido por promover y defender la música de compositores latinoamericanos. En noviembre de 2016 dirigió la OSN, en una muy aclamada gira de nueve conciertos, por Alemania y Austria, presentando obras de compositores mexicanos y latinoamericanos.
Hace unos días, en Madrid, debutó al frente de la Orquesta Nacional de España, su madre es de ahí y es de imaginarse la emoción de dirigir en el Auditorio Nacional de la capital hispana.
Carlos Miguel dirigió tres piezas: “Fantasía para un gentilhombre” de Joaquín Rodrigo, la obra “Galdosiana” de la compositora canaria Laura Vega y el tercer concierto fue “Variaciones Concertantes” del compositor argentino Alberto Ginastera. El concierto se llevó a cabo con aforo limitado y con las medidas de seguridad previstas por la pandemia.
En el centenario de la partida a la Gloria, de uno de los escritores españoles más importantes, Benito Pérez Galdós, la orquesta interpretó una pieza musical en homenaje, inspirada tanto en la obra del narrador y melómano, como en algunos de los géneros más escuchados de la música popular canaria y hasta de las canciones de cuna.
¿Y de toros? Carlos se dio el tiempo para cumplir con las palabras de Federico García Lorca, quien afirmó en su tiempo: “la de los toros es la fiesta más culta del mundo”. Me comentó, con la gran afición que demuestra, que se dio el tiempo para asistir al Palacio Vistalegre, a las corridas que se celebraron en días pasados con motivo de las fiestas de San Isidro en Madrid y en su mensaje emotivo resume sus sensaciones: “Estuve en todas y quedaron en mi memoria: Ortega, el capote de Morante, cosas de Aguado, Urdiales, Ureña, El Juli, Rufo… mucho”.
De artista a artistas es la vibración de quien pone en alto su nombre y el de nuestro país y además disfruta de la tauromaquia, parte integral de nuestra identidad. Donde te encuentres, un gran abrazo Maestro y esperemos vernos pronto, en una plaza de toros y si es en México, te comento que, poco a poco, se van celebrando un mayor número de festejos en todo el país, revitalizando nuestra añeja afición.
Deja un comentario
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.