A algunos ciudadanos nos agobian ciertos problemas citadinos que pensamos podrían solucionarse de manera sencilla. Sin embargo, en ocasiones si los reportamos a nuestra Delegación correspondiente, amablemente nos informan que la solución es del ámbito federal, y cuando uno tiene la fortuna de contactar a la oficina de la Federación con el departamento responsable, nos aclaran que solucionar nuestra pequeña bronca corresponde al gobierno de la CDMX.

Expondré tres ejemplos. A un costado del periférico norte se han colocado unos postes para iluminación junto a los puentes peatonales; tienen un diseño tal que, si uno va caminado al lado sobre la estrecha acera, además de que fuese particularmente de noche y con la luminaria fundida, es seguro conseguir un tremendo golpe en la cabeza. Sin embargo, es justo la Delegación Miguel Hidalgo la que nos remite a la Federación para remediar el problema. Pero ésta no lo atiende y probablemente ni lo atenderá. Por eso, los vecinos terminaron poniendo una cinta canela sobre la esquina saliente para alertar, no siempre con éxito al paseante distraído.
Otro ejemplo lo encontramos en el Eje 10, ya que en varios tramos de la avenida faltan tapas en las alcantarillas, hay huecos de lodo sin plantas, así como hedor que emana de agua estancada y basura acumulada. A la altura de Santo Domingo vendedores invaden las calles y banquetas; autos y camiones se estacionan en doble fila y junto al camellón. ¿Por qué sucede esto? Los ejes viales deberían ser eso, arterias para que circulen los autos y las personas puedan trasladarse con facilidad. En las calles congestionadas la densidad de plomo en el aire aumenta sustancialmente, afectando el desarrollo neuronal de los niños. En Santo Domingo colocaron juegos en los camellones. ¿Ésa es una buena solución? Cuando los pequeños juegan allí, el nivel de plomo en su sangre aumenta, éste migra al cerebro y daña las neuronas, por lo tanto, les costará más trabajo pensar y resolver los problemas de la vida. Nuevamente, se repite el procedimiento, la Delegación Coyoacán dice que no le toca ocuparse del Eje 10 y a la Federación tampoco.
El tercer problema al que voy a referirme es el de los cables suspendidos en los postes de luz. Muchos postes son de madera y la sobrecarga los vuelve vulnerables.

Pues bien, mi propuesta es crear un grupo del Estado, dedicado a decidir de manera ágil a qué dependencia del país le toca resolver los problemas cuya solución siempre se queda en el limbo. Tendría que contar con personal calificado, tanto desde el punto de vista de manejo de la ciudad como sobre legislación. Además, teniendo la posibilidad de hacer todo tipo de recomendaciones pertinentes que deberían ser atendidas. Si no existe una legislación adecuada, debería proponerla a la Cámara de Diputados. Asimismo, los ciudadanos podríamos reportar nuestras sugerencias en un “teléfono único” o “página electrónica única” para que el sistema sea expedito.

Solucionar problemas pequeños nos haría más grata la vida a los mexicanos. Una ciudad fea, descuidada, e insegura, sin duda deprime. Si existen maneras sencillas de mejorar la calidad de vida deberían implementarse, distribuyendo responsabilidades de manera inteligente; o simplemente aplicando la ley a quienes deben cumplirla: todos nosotros (ciudadanos mexicanos).



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