Para César Pelli, México le resultaba un país enigmático que le reflejaban sus orígenes latinoamericanos, se sentía “hechizado por México”.
Uno de los problemas del racismo es que es “latente”, la mayoría de la gente piensa una cosa y por ser “políticamente correctos” dice algo diferente, pero sus verdaderos sentimientos están ahí y los manifiesta cuando la ocasión lo amerita.